Llantos a la Luna. Primera parte: La Cara Oscura de la Luna


Hará casi un año que escribí esta serie de poemas bajo el nombre común de Llantos a la Luna; por entonces no habíamos empezado con Random Local Guys, y desde que lo hicimos, alguna vez he pensado en publicarlos, pero el hecho de que son bastante íntimos, o el no saber cómo incluirlos con naturalidad en el blog me tiraba hacia atrás. Bastante tiempo después y con una visión distinta me dispongo a publicarlos; hay tres partes, y no sé con qué intervalo de tiempo publicaré cada una de estas.
Cada uno de estos poemas habla de algo, se refiere a algo; tiene un significado que no explicaré. Dejo libertad a la imaginación individual.

Primera imagen de la cara oculta de la Luna.


Llantos a la Luna. La Cara Oscura de la Luna.


Llévame a la luna
A la cara visible de ella
Donde no pueda perderme
Y todo lo vea.

Por favor tráeme de vuelta
Cuando las circunstancias lo requieran
Antes de que su oscura cara,
Absorba la belleza.

Si no me ayudas a volver
No sé cómo lo haré
vagaré perdido
por oscuras sendas que
apenas podré reconocer y
tormentos me perseguirán
beneficios me evitarán
y mi vitalidad habrá desaparecido.


En ese caso podré
Continuar corriendo sin dirección
Perdiéndome en la oscuridad
O volver.

¿Realmente existe este anhelado,
Oculto i paradisiaco sendero?



Melancolía recorriendo mi hígado,
aislamiento recorriendo mi espíritu
e inevitables y ortodoxos deseos;
planes con fatal desenlace
que no serán consumados.

El miedo a lo hipotético
Contra el permanente deseo,
La intuición no está bajo
La certeza de ningún bando.
*


¿Cómo iba a sacarme de allí
Lo que me ayudó a entrar?
¿Cómo iba a no hacerlo?



¿Cómo podría…
Dejar de…




Tranquila noche
Agradable silencio,
El vuelo de
un murciélago,

sobrantes risas y
 gemidos, de aquel que
a pesar de emitir ruido
no sabe escucharlo.

El cigarro ya se ha acabado.
Está siendo apurado.



Despertar…



¿Existe la solución?
¿Es real el problema?
¿Ha existido nunca lo anterior?
El recuerdo es ya lejano…

El silencio oculta
La peligrosa verdad
El ruido proclama
La tentadora ignorancia.
¿Realmente alguien quiere algo?
¿REALMENTE ALGUIEN QUIERE ALGO?
Responde
Es una orden
Responde
¿Quieres algo?

Aplaudo tu respuesta.



Necias palabras
Sucios pensamientos
Vagos deseos
De lograr algo
Lejano y dificultoso

La felicidad nunca será alcanzada
Con estas metas tan altas
Y con este ímpetu tan inexistente.
¿Lo merecemos?



¡Cuidado!
El sol se va
Estamos desprotegidos
¿Qué podría pasarnos?
¿Cuál es el peligro?
¿A qué se debe el miedo?
¿Qué hacen la inseguridad
Y los temblores aquí,
Si ambos sabemos
que nunca pasa nada?




¿Encontrando el secreto o
Caminando hacia la locura?

¿Percibiendo el mundo en
su bella totalidad, o
viviendo en una ilusión?

¿Elevándonos a un nivel
de consciencia superior o
cavando silenciosas tumbas
destinadas a nuestra cordura?



Cuidado.



Aún no hemos tenido suficiente…


*
Melancolía recorriendo mi hígado,
aislamiento recorriendo el espíritu
e inevitables y ortodoxos deseos;
planes con fatal desenlace
que nunca serán consumados.

El miedo a lo hipotético
Contra el permanente deseo,
La intuición no está bajo
La certeza de ningún bando.




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