[Semana 32] Orange County Suite


Tuve un encuentro cara a cara con ese ser formado de energía, con esa entidad. En seguida pensé en mi última y traumática experiencia, en la que estuve en contacto con la muerte. No se si aquella entidad era la misma, y por tanto, en vez de la muerte, lo de la última vez era la “deidad” con la que te pone en contacto el LSD. Empecé a sentirme amenazado, mi postura se tornaba débil y sumisa y esa entidad empezaba a coger poder sobre mí, pero cambié mi pose, volviendose confiada, segura y dominante, no permitiéndole poseerme;  cambié mi actitud y no le dejé entrar dentro de mí, me mantuve fuerte y se alejó. Evité entrar en un peligroso infierno.



Sentíamos una fuerte incomodidad, un agudo dolor en la espalda, y la búsqueda de la comodidad nos obligaba a adoptar extrañas posturas, cuanto más nos adentrábamos en esa necesidad, y sin darnos cuenta, mayor era el alivio, y cada vez entrábamos en un mayor grado de trance.

Las alucinaciones eran muy fuertes, no venían porqué si,  había que ir a buscarlas, cerrando los ojos, y con un sencillo ejercicio mental.