[Vida Universitaria] Random Local Private Halloween Party

Vida Universitaria

Random Local Private Halloween Party

Semanas 3 y 4

 

Me resulta imposible abarcar todo lo que ha pasado alrededor mío estas dos semanas, quizás quepa destacar que  hicimos la mudanza, me aplaste el dedo gordo del pie izquierdo, montamos una fiesta para Halloween, el piso sigue destrozado pero ahora con cosas y la Universidad se mantiene inalterable al paso del tiempo.

Cada vez me parece más que esté estudiando tercero de bachillerato humanístico en vez de filosofía, tan solo hay una clase en la que se haga filosofía propiamente dicha, mientras que hay dos en las que, independientemente de cómo las nombren, se hace historia del arte.

El otro día me pase una clase entera corrigiendo faltas de ortografía en expresión escrita, asignatura para la cual aun no hemos escrito nada.

Vaya huevos ahí el Pep con su banda de Rock.

En cuanto a la fiesta de Halloween, la organización fue pésima, todo preparativo salió mal, Paula no vino, nos olvidamos la mitad de cosas que teníamos que llevar, e inexplicablemente, todo salió genial, fue una fiesta increíble, nos lo pasamos genial, y en el aire no se respiro otra cosa que amor.
La idea era estar en la masía sobre el medio día, para que la gente pudiera empezar a venir sobre las seis y media, aprovechando los últimos rayos de Sol para llegar al profundo lugar, pero ya que era viernes, y todos estudiamos fuera, iba a ser imposible.

Salimos Jordi, Roger y yo, en un coche conducido por Borja y copilotado por su padre pasadas las cinco. Una vez en Sant Feliu, no encontraba mi disfraz de Jesucristo, las llamadas se acumulaban, tenía que sincronizar una lista del spoty, y un par de cosillas más que me olvidé. Al encontrar mi disfraz me dirigí a casa de Borja, no antes sin comprar una botella de vino.
Una vez allí, cargamos con mucha prisa el equipo de sonido, con tanta que descuidé mi bolsa de la compra y se me petó la botella; habiéndome desecho ya de la bolsa y de camino a la fiesta, recordé que había metido todo el cambio en la bolsa. La siguiente media hora es demasiado angustiosa, no estoy emocionalmente preparado para contárosla.

Llegamos sobre las ocho, con unas diez personas esperando pasmadas en la puerta; abrimos, y a contracorriente empecé a montarlo todo, Borja se encargaba de traer a la peña, y Jordi y Joan aun tardarían en llegar, en parte porque tenían que encargarse de algunas de los cosas que yo había olvidado. Tras montar la doble mesa del DJ y  un par de zonas de apalanque fuera, me puse a montar el equipo de música, faltaba el puto cable que lo conecta con el ordenador…

Llamé a Borja, me dijo que lo tenía Jordi, llamé a Jordi, no sabía de lo que le hablaba; llamé a Borja, afirmaba que en casa de Ruben había uno, llamé a Ruben, no sabía de lo que le hablaba. Era tarde, ninguna tienda seguiría abierta. Gracias al Diego, aparte de currarselo a fondo con el transporte, Borja también pudo coger prestado este valioso cablecito y traerlo; ya había música! Eran las diez y media, el turno de DJs empezaba a las diez.

Una vez tuvimos música todo empezó a fluir, pude relajarme y abrir una botella de vino; la fiesta había logrado su forma completa y todo empezaba a fluir.

Las primeras horas sirvieron para entrar en calor, los porros se sustituían por cubatas; temazos hacían bailar a algunos, mientras otros estudiaban la situación relajadamente. El proyector que conseguimos a última hora fue muy clave, muy muy clave; los videos de siempre, que algunos ya empiezan a conocer, más alguna novedad, como el que Jordi montó para promocionar la misma fiesta creaban un trabajado y ya característico ambiente. Masca y Julia hicieron decorados de temática psicodélica, fluorescentes con el foco que trajo Sü; eran realmente increíbles, lástima que la luz se fundiera pronto. En cierto momento fui al bosque a buscar un palo, ya que el antiguo fue una de las bajas de la última RLParty, y encontré uno perfecto, pero de unos tres o cuatro metros, lo partí, pero me quedó demasiado corto, en el palo principal aún quedaban tres más como el que había arrancado; intenté partirlo de todas las maneras pero fue imposible.

Avanzada la noche llegó el momento de la magia, del  desfase, del amor, de hacer mi épica aparición disfrazado de Jesucristo Superstar (esta vez añadiéndole mi americana) durante el sublime turno de DJs de Poopie Wonderland; la aparición se convirtió en una inmortal gesta cuando Miquel escaló el palo de unos dos metros y medio. Era el momento álgido, todos bailaban, se disparaban fotos sin parar; los abrazos y las palabras bonitas eran el plato de la casa. 

Me tocaba pinchar, era  un duro golpe que no estuviera Paula, pero estaba muy a tope y en ese momento lo que más deseaba era escoger la música, y disfruté como nunca. Cayeron hits tales como Long Tall Sally, September, Surfin’ Bird, It’s not Usual, Smells Like teen Spirit o Light my Fire; fue mágico, me lo pasé muy bien, y tengo imágenes de mucha gente disfrutando y bailando.
A pesar de que tuviera que ser una fiesta privada, limitando el aforo, ha sido la fiesta que más gente he visto bailar, y me contenta que así sea, cada vez las ataduras y las vergüenzas son tratadas como los mañanas, se quedan en casita, como tiene que ser. En estas fiestas un puede dejarse llevar de una manera que jamás podría haber imaginado.

El siguiente recuerdo que tengo, es de unas cuantas horas después, haciendo la presentación de DJ Ninjatek, haciendo el tercer milagro de la noche al convertirlo en un ninja momentos previos de que empezará  a pinchar.

Unos pocos aguantamos hasta la salida del Sol. ¿Cómo Sol? ¿Ya es mañana? ¿Cómo mañana? ¿Qué es mañana?

La fiesta se alargó unas horas hasta que nuestro cuerpo no pudo más, y los que habían dormido nos relevaron; concluyendo así la mejor noche desde tiempos inmemorables, sin policía; y estableciendo la Random Local Party como algo cada vez más poderoso, aumentando su feedback hasta un punto que no imaginamos en el momento que vimos que se acercaba fin de año y pasábamos de pasarlo en Playa de Aro, organizando así la primera.