[Colaboración] NADA by Joan Montana


[Nota del editor] Bueno, ya conocéis por aquí a Joan, ilustre autor de cosas como esta y esta. Hoy viene a hablarnos sobre nada. Os juro que he estado evitando hasta la fecha hablar sobre nada, pero ya no hay nada que me impida hacerlo. 

A estas alturas os preguntareis entre vosotros, con voz bajita y algo de curiosidad, si a este chico le pasa algo, tiene algún problema o ha nacido especial, porque estaréis asustados de llamarle subnormal y que sea verdad en vez de solo un simple insulto. La verdad es que el problema de Joan Montana es que es un escritor y lector a la vez; lo que escribe es un dialogo interno. Pero no en el sentido metafísico y bonito de que un escrito es un dialogo interno, no. En su caso es el dialogo entre su yo que pretende ser escritor y su yo lector que le dice que se calle de una puta vez, que no está diciendo nada. 

Irreconciliable conflicto donde nosotros nos aprovechamos de las sobras y las publicamos. A veces. Cuando se pone pesado. Ejem. Joan Montana señores.



NADA

Quieres oírlo verdad, lo quieres... bien.

Todo empezó, aunque, de hecho, el como y cuando empezó no tienen importancia, es más, el comienzo no tiene importancia. Lo más importante es el hecho.

El hecho se podría describir de mil maneras distintas, todas ellas correctas y, a la vez, todas ellas incorrectas. No hay una sola manera de explicarlo, me equivocaría si dijera que solo se puede contar de una manera. ¿Como puedes describir de qué color es el cielo? Digas lo que digas tienes razón, pero, a la vez, estás equivocado.

Pero creo que a ti eso no te interesa, tu estás aquí por otra razón. Tu quieres oírlo, quieres saberlo.

Oh, ya entiendo, crees que no tenga nada que decir, que todo esto son palabras vacías, ¿me equivoco? Bien, ponme a prueba. Prueba que soy un farsante o, de lo contrario, prueba que tengo razón. Prueba que yo estoy en lo incorrecto y que tu estás en lo correcto. Corrige mi error, muéstrame tu rectitud. (A lo mejor estoy siendo un poco agresivo pero, se sincero, a ti te gusta, tu lo quieres, estabas esperando esto).

Así pues, como decía antes, lo importante no es como empezó y, de hecho, tampoco lo es el como siguió, incluso tampoco importa el como terminó. Entonces, ¿qué coño importa?

Nada. ¿Es eso lo que quieres oír? ¿Que no importa NADA? Bien, pues tranquilo, porque nada importa nada. Nada nunca ha importada nada menos que nada. Fin. Se acabó. No sigas. Ya está. Para de leer. ¡Que pares coño!

“Ya, bueno, si... ya si eso, otro día... aunque el matiz está muy bien encontrado, pero este libro, aquí, no pinta NADA. Jajajajajajajaja ya ya, venga, a descojonarse!”


Bien, aquí estamos, tu, yo y algo más. ¿Pero el qué? ¿De verdad sigues creyendo que no hay nada más? ¿De verdad sigues creyendo en ese “NADA”? Exacto. Sabes que no puedes creer en el “no-nada”. Jodido, ¿verdad? Y tu que pensabas que no diría... nada...



Llegados a este punto, ¿por qué sigues leyendo? Ya tendrías que haber parado de leer hace un rato, además, ya se me están acabando las ideas. Pero no, tu sigues aquí, conmigo.

Sigamos entonces.

Quiero jugar a un juego. Un juego en el que solo puedes perder, pero solo puedes perder si ganas. Vale, mierda, no se jugaba así.

Bien, con todas las pistas que te he dado hasta ahora, intenta explicarme qué es lo que has aprendido.

Exacto, pues así es el color del cielo.
“A mi, personalmente, me gusta el quinto empezando por el centro de abajo”

Por lo tanto, no intentes explicarme nada, no intentes explicarte NADA. Todo es correcto y todo es incorrecto.

Ahora dime: ¿en que me he equivocado? Puede que en todo, puede que en “nada”.

¿Puedes sacar una conclusión? Yo si, aunque puede que sea incorrecta pero, aún así, creo que vale la pena.

“No, en serio? Hasta para chupar una teta hay una manera correcta y una incorrecta? Joder, solo chupa como si no hubieses mañana, maldito condenado!”

Ah, que esperabas un conclusión. Bien, pues yo ya la tengo. Tu búscate otra, o la misma, me de igual, pero yo no te la voy a decir, eso, también seria incorrecto.

Y si me equivoco... corrígeme.

Y aquí viene el título:


“SOBRE LA (IN)CORRECCIÓN DE LO QUE ES (IN)CORRECTO”

No, ahora en serio, está muy bien el rollo que he mantenido hasta ahora. Incluso es probable que te haya parecido interesante, pero seamos sinceros: ¿de qué coño estaba hablando en realidad?

A lo mejor ya tienes una respuesta. Se podría dar el caso, si. Pues bien, si es así, no sigas leyendo, porqué a partir de aquí voy a dar mi opinión, pero solo para los que no tengan una, solo para aquella gente que necesita tener las cosas claras.

La verdad es que no sabría por donde empezar. Creo, y digo “creo” porqué no soy religioso, que lo que realmente quería decir es que no existe la verdad absoluta. Si, supongo que sería eso, no lo sé, a lo mejor me equivoco, o no, no lo sé.

Ah, ¿que tu tenias una conclusión diferente? Pues haber parado de leer cuando te lo he dicho. A lo mejor es que no estabas tan seguro/a de que lo que pensabas era correcto. Si es así, estás muy equivocado/a (válgame la redundancia), y más equivocado/a estás si crees que tengo razón.

¿Quien coño té crees que soy yo para decirte que lo que piensas es correcto o no?

“Yeah!!! Of course you know!!! You're Superman!!! Who the fuck am I to tell you that you're just a stupid turkish?? Just go ahead motherfucker!!!”

1 comentario:

  1. En realidad no se pone pesado para que le publiquemos nada, al contrario, le presionamos bastante para que no envíe cosillas de cuando en cuando.

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