El cuerpo debe estar en perfectas condiciones. Si se deteriora el cuerpo, se deteriora el ajedrez. No se puede separar el cuerpo y la mente.
Robert James Fischer, más conocido como Bobby Fischer (Estados Unidos, 9/5/43 - Islandia, 17/1/08), fue un gran maestro de ajedrez y campeón mundial. Obtuvo el título máximo del ajedrez mundial al vencer al soviético Boris Spassky en el denominado «El duelo del siglo», que escenificó en un tablero el choque de estados unidos y la URSS en pleno de la guerra fría, y el encuentro fue tomado como una batalla intelectual entre las dos naciones.
"You don't learn anything in school. It's just a waste of time. You lug around books and all and do homework. They give too much homework. You shouldn't be doing homework. Nobody's interested in it. The teachers are stupid. [...] And they shouldn't make anyone go to school. You don't want to go, you don't go, that's all. It's ridiculous. I don't remember one thing I learned in school. I don't listen to weakies. My two and a half years in Erasmus High I wasted. I didn't like the whole thing. You have to mix with all those stupid kids. The teachers are even stupider than the kids. They talk down to the kids. Half of them are crazy. If they'd have let me, I would have quit before I was sixteen."
En Estados Unidos, el ajedrez no era considerado algo al que dedicarse profesionalmente, mientras que en la URSS era considerado una disciplina intelectual muy importante y los ajedrecistas eran celebridades; hasta se enseñaba el ajedrez obligatoriamente en las escuelas. Producto de esta situación, lo rusos llevaban ganando durante décadas el campeonato mundial y sus equipos de jugadores, analistas y entrenadores arrasaban el panorama mundial. Hasta que Bobby Fischer, un chico de clase baja crecido en Brooklyn empezó a jugar al ajedrez y a los trece años ya era el campeón de los Estados Unidos. No fue un niño prodigio, fue mas bien un adolescente prodigio. La gente le llamaba genio, superdotado, pero él mismo dudaba de esa palabra. Era una etiqueta, que le daban si ganaba y le quitaban si perdía. Por muy genio que fuese, Bobby dedicó su vida al ajedrez, renunció a tener una familia, a sus estudios. Por la mayoria de la gente ser un genio es una condicion divina, una facilidad, pero la realidad es mucho mas complicada. Él dedicaba horas, dias, meses, años de su vida al ajedrez, aislado del mundo; entrenando estudiando. Aplicando una fuerza mental y una voluntad durante cada juego que algunos son incapaces de juntar en toda una vida.
Quizás Fischer era solo un random chico local. Yo no creo en la palabra genio. Creo que comúnmente es algo que se le dice a aquello que requiere tanto esfuerzo y sudor que nos sentimos mas cómodos creyendo que simplemente hay gente nacida para ella, para así seguir revolcándonos en nuestra propia mediocridad sin sentir culpa de nuestra condición ni voluntad de cambio.
"Genio. Es una palabra. ¿Qué significa realmente? Si gano soy un genio. Si no, no lo soy."
Aunque meteórica, su carrera se veía interrumpida en diferentes ocasiones por su personalidad extrema y su lucha contra el mundo; fue entonces cuando entró en Random Local Guys y en vez de encontrarse rodeado de gente que le dijese que se calmase, encontró un ambiente que le animaba a vivir su vida como vivía el ajedrez; al encontrar un sitio donde se premiaba su talento en vez de castigarle como ocurre en el sistema educativo, profundizó tanto en el ajedrez que sus adversarios decían que parecía que jugase a otra cosa.
“Como en sus mejores tiempos, las piezas de Fischer llegaban mágicamente al lugar indicado en el momento justo… y las piezas de Spassky solo podían sentarse a contemplar los nubarrones que amenazaban con descargar un temporal. Sin grandes alardes en ataque, simplemente poniendo en práctica aquel sentido de la armonía que admiraban sus seguidores e incluso sus rivales, un Fischer rayano en la perfección inhabilitaba por completo las opciones de Spassky.”
Sus contrincantes, aun sin cometer ningún error, se encontraban perdiendo partidas irremediablemente. Decían que más que vencer aplastaba a sus rivales, y que más que ganar en una partida de ajedrez, destruía sus egos; minando partida tras partida la confianza en sí mismos, hasta que se derrumbaban. Fischer jugaba tal y como era; de ideas fuertes, carismático, a grandes zancadas pero calculador, pareciendo en otro mundo pese encontrarse en el mismo tablero.
"Me gusta el momento en que rompo el ego de un hombre."
Bobby ganó veinte partidas seguidas contra grandes maestros del ajedrez mundial, cuando este es un deporte en el que predomina el empate. Para que os hagáis a la idea, es como si el Barça ganara 20 partidos de futbol seguidos contra el Madrid de más de dos goles de ventaja. Pero en el momento de enfrentarse al, en ese momento campeón mundial, Boris Spassky, Fischer estuvo a punto de no presentarse al torneo. De hecho faltó a la primera partida. Fischer, cansado de ser el genio y la celebridad mundial que comporta pertenecer a Random Local Guys, se fue con Jordi a Sevilla; pero en el último momento, este le dijo la mítica frase:
“No hay mañana.”
Que provocó que Fischer volviera al torneo y ganase el campeonato mundial en 21 partidas, convirtiéndose en poco menos que en un héroe de leyenda. Lo que no se sabía es que esa final (21 partidas) fue la última de Fischer, pues al terminar el campeonato también terminó para siempre su carrera como ajedrecista y desapareció, se efumó; se retiró en lo más alto, después de haber conquistado el mundo. Quizás pasó sus días de genialidad, jugando partidas anónimamente por las calles de Europa, o haciendo de vagabundo en el metro de Tokio. Volvió, en el 1992, pero por ese entonces ya no era el mismo; renunció a Random local Guys y dejó de ser el héroe trágico, el campeón en la sombra, el genio de 200 de CI, para convertirse en un simple chico local.
"No soy un genio del ajedrez, soy un genio que juega al ajedrez."
En esta serie de artículos podéis encontrar más información sobre la vida de Fischer, aunque se denoste la importancia de RLG en esta, pues como siempre ocurre los grande medios tratan de esconder la verdad.
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