¿Donde está la linea que separa la realidad de la alucinación? Conclusiones tras un viaje de LSA.

Mi primera entrada en el blog trata sobre un viaje psicodélico que tuve en octubre de 2012, en el que tripliqué una dosis de Morning Glory (Ipomea Violacea); anteriormente ya había tenido alguna fuerte experiencia psicodélica, una vez incluso había doblado una dosis pero por muy místicas que fueran esas experiencias, esta supera con creces cualquier cosa vivida anterior o posteriormente.

Semillas de Ipomea Violacea.


Publicaré un texto que escribí la mañana siguiente a esta experiencia.

Durante ese viaje descubrí muchas afirmaciones, que pueden o no ser ciertas, creí entender la locura y el sentido de la vida, pero aparte de esto, que es lo que explico primordialmente en el texto, pasaron cosas espectaculares como por ejemplo; mientras me llevaban en moto, un amigo también bajo los efectos de esta sagrada droga (cosa que fue bastante peligrosa), vi como desaparecía la línea que separa el suelo del “no-suelo” convirtiéndose estos dos conceptos en uno solo, entonces la moto empezó a navegar por esa extraña fusión. Otra anécdota remarcable es que, mientras volvía a casa, 11 horas después de empezar a notar los efectos, y aun durándome, más o menos; veía todo el cielo de un color lila oscuro, bastante reluciente y bonito, al que se añadía la anaranjada luz de las farolas de la calle (este camino también fue en moto, no sé cómo habría reaccionado al caminar solo por la calle en plena noche en aquel estado, quizás nada…)


El escrito lo hice a mano, totalmente seguido, y en aquel momento pensaba publicarlo tarde o temprano, así que en algún momento me dirijo al lector. He tenido que cambiar bastantes cosas ya que estaban escritas con algo de incoherencia a veces o la manera con la que me expresaba no me convencía, (por ejemplo, he tenido que suprimir muchas veces la palabra “realidad” ya que la usaba constantemente); en todo caso he intentado respetar todo lo posible el texto original, para que la idea transmitida sea la misma, y así ha sido:

1º día después de mi segundo nacimiento…
El saber en cuanto a todo lo que afecta o condiciona mi vida ha sido revelado, puesto a mi alcance más bien.

Como explicar dónde estoy y porque estoy, y los demás… Esa mística y secreta información ha sido puesta a mi disposición, y… como explicar con palabras dicha información… sería posible, pero reinaría la incoherencia y no llegaría a entenderse, o costaría mucho para alguien que no ha vivido esta misticidad; así que la manera más fácil de explicarlo son las metáforas, quizás ridiculice y simplifique dichos datos místicos, guardados bajo llave por el universo, pero... es el camino más sencillo por el cual llegar a saber de estas ideas, quizás incluso entender, pero no sentirte parte de ellas... no como mínimo de esta manera.

Ayer experimenté en carne propia lo que es la locura, ella se apoderó de mí, pero al fin entendí lo que realmente es. Todo en la vida necesita un equilibrio, lo bueno trae a lo malo, y lo malo trae a lo bueno. La locura va totalmente relacionada con el saber, el saber demasiado, conocer cosas que tu cabeza no es capaz de aceptar, pero que se comprende perfectamente.

Esto puede ser perfectamente desde, una o más revelaciones místicas proporcionadas en este estado, o experiencias atroces, imposibles de soportar, el no llegar a creer que el humano pueda llegar a causar tal sufrimiento, por lo tanto, ser consciente de ello, pero no poder asimilarlo, no estar preparado para aceptar dicha información.


¿Que hay en cuanto a las realidades? ¿Cuantas realidades visité ayer? Muchas, incluso paralelamente.

Estuve comiendo esas semillas mágicas (Morning Glory) durante más de una hora, masticándolas bien, y a poco a poco, sin prisa. En total serian unas 350 y el hecho de comerlas en intervalos tan lejanos entre ellos del tiempo físico, tuvo un efecto obvio si te lo planteas, pero realmente curioso. Al principio todo iba normal, primera parte del viaje con mucho apalanque y sensaciones o cosquilleos, después la fase de las alucinaciones, potenciadas con música, como When The Music’s Over o The End. A poco a poco fui pasando a la fase en la que lo cuestionas todo, y tus emociones se multiplican por 100, todo lo bueno forma parte de un gran éxtasis y todo lo malo te transporta al mismísimo infierno. Es la vida y la muerte, lo mejor y lo peor, el saber y la locura.

En esta parte del viaje, todo sucedió como tenía que pasar, realmente sabía lo que debía hacer y cómo actuar para vivir mi vida en su máxima virtuosa posibilidad. Sentía lo que debía hacer, y lo hacía, los que me rodeaban no entendían mi comportamiento, pero conforme pasaba el tiempo, los advenimientos que tenían lugar estaban completamente atados, incluso encadenados con mis decisiones anteriores. Y por si fuera poco, al pensar en mi vida, en cuestiones que me había planteado anteriormente, y no encontré respuesta; tenía acceso a ella, podía encontrar el porqué, el porqué de todo lo que es importante para mi, para mi realidad. Todo estaba allí y solo tenía que acercarme, indagar un poco y... pam! Ahí estaba la respuesta, más clara que nunca.

Todo iba genial, el viaje llegaba a su fin, 8 horas en total, pero… algo raro pasaba, notaba que estaba en el bajón, pero a la vez aún mantenía los efectos, me concentré en mi mismo durante un momento y pude sentir, notar, mi estómago, cumpliendo su función, digiriendo las semillas, y mientras ya había acabado con unas estaba por la mitad del proceso con otras. Esto me proporcionó un extraño estado, que no pude asimilar, podría decir que delirante, en el que, mis amigos a los que ya se les había pasado el efecto, no eran capaces de entender. Mis, para ellos incoherentes, explicaciones, que eran fruto de un cóctel de realidades paralelas; ¿reales? ¿Creadas por mi mente por el efecto de la droga? Tengo que decir que ambas cuestiones son lo mismo, al menos individualmente y individualmente es como debemos entender el profundo camino de la vida. Si nuestro cerebro crea una realidad, tal y como dice la misma frase, esa realidad comienza a existir, formando parte del universo; esta barbaridad de concepto me llevó a un estado semiconsciente en el que no podía moverme ni hablar, pero si escuchar, escuchaba a mis amigos algo sorprendidos afirmando que yo hacía unos ruidos o sonidos muy extraños, los cuales yo no oía ni era consciente que los estaba haciendo.

Durante el viaje supe que todo eso era lo más fuerte que había vivido y, 3 horas después de estar en ese casi delirante estado; pisé tierra, volví a la realidad habitual que suele ocupar muchas veces mi vida, o lo que yo creía que lo era, pero de la mano de todas esas sensaciones extrañas y una dilatación máxima de las pupilas.

Mientras dormía me iba despertando de vez en cuando, y era consciente, notaba de que aún quedaban restos de esa substancia dentro de mi, en mi organismo, sabía que el efecto no se iría tan fácilmente y que había sufrido un innegable cambio.

En cuanto a la vida, nosotros, alma, espíritu, como se quiera llamar, queremos llegar a la sabiduría máxima, pero para profundizar en esta típica y aparentemente sencilla teoría pondré una comparación a pequeña escala: Imaginad que queréis hacer un dibujo, tendremos una idea clara de lo que queremos dibujar, pero seguramente no nos fijemos mucho en que lápiz y papel escogemos. En este ejemplo el dibujo es el conocimiento y el saber; el lápiz es el cuerpo mortal, solo un pequeño instrumento, utilizado para un fin; y el lienzo es el contexto en el que vivimos. Podemos ser o no conscientes de esta situación mientras estamos dentro del cuerpo mortal, al conectar con el universo mejoramos nuestro “lápiz”, haciéndole punta; mientras que al morir y reencarnarnos estamos cambiando el lápiz por uno mejor, o una plumilla quizás. Pero al no ser conscientes de todo esto nos angustiamos cuando el lápiz se agota, siendo una metáfora de envejecer; mientras que es tan fácil como coger otro mejor cuando se nos acaba este, ya que la experiencia de una vida mas nos ha hecho aprender y concienciarnos de que el instrumento también tiene importancia.

Así de sencilla es nuestra existencia, lápices (cuerpos mortales) controlados por una fuerza superior con la que podemos llegar a conectar, y sin ser consciente de los lápices que han sido usados o que lo serán, pero realmente se puede llegar a conocer esta información, porque, querido lector, te diré algo muy sinceramente, algo que quizás ya te hayas planteado o incluso que ya seas consciente de ello: EL TIEMPO NO EXISTE, no al menos nuestro concepto de este, pero ya hablaré de este tema más adelante. Como dijo William Blake: “Cuando las puertas de la percepción sean purificadas, todo será mostrado tal como es: infinito”.

No puedo estar más conectado con esta afirmación, no es algo que se pueda estar de acuerdo o planteárselo (aunque pueda formar parte del proceso), sino que hay que conectar con el universo para sentir y entender esta fundamental verdad.

El viaje en si, llegó a ser incluso visionario, vi de un modo distinto un hecho reciente en mi vida, y supe que este iba a conllevarme placer, pero a la vez mucho dolor, angustia, desesperación, incluso en un caso extremo podría trasladarme a una locura causada por una creación de falsas realidades, las cuales si serian ciertas para mi, pero objetivamente no serían reales; esto se convertiría quizás en algo obsesivo y delirante que podría llevarme a estados de locura y paranoia insufribles.

Quiero remarcar algo más que creo relevante, y esto es que, no debemos angustiarnos por lo que no tenemos y anhelamos, porque si realmente lo queremos, en el “dibujo” de la existencia lo acabaremos teniendo, ya que en el fondo somos nosotros los que realmente dibujamos; amigos y amigas… Todo llega, el tiempo no se nos acaba, no puede ser finito, el concepto de tiempo ha sido malinterpretado por nosotros; la equivocación en este campo puede llevar a muchos a una insana obsesión por la flujo de este (Tempus Fugit); los humanos nos solemos aterrorizar al descubrir erróneamente de que se nos acaban los días. No somos lo que creemos ser, por eso acostumbramos a no entender aspectos de nuestro comportamiento o manera de actuar. Creemos que somos el lápiz, pero en realidad somos el individuo (o fuerza superior) que está dibujando el cuadro del conocimiento.

Como conclusión final describiré el LSA como una gran dosis de realidad, en estado puro… Todo se nos muestra tal como es… teniendo fácil alcance al saber y la verdad sobre nosotros, nuestro alrededor y nuestra existencia; siendo parte claro, de una inmensidad de realidades imposibles de entender (aparentemente) para alguien que no las ha experimentado.

Ahora mismo soy como un niño al que los reyes magos le han traído su anhelada nintendo 64; el LSA me ha traído mi anhelado e infravalorado por los simples, conocimiento…”

Flor de la Ipomea Violacea.

Después de todo esto solo tengo dos cosas que comentar:

 Una es que, realmente nada volvió a ser lo mismo después de aquel viaje, extraños, muy extraños días han acechado mi vida des de entonces y mi visión de la realidad cambió drásticamente.

 La otra es aceptar que quedan muchos cabos sueltos en esas teorías: ¿Si nos reencarnamos, porque el número de humanos cada vez aumenta más? Esto es muy simple, no seguimos un orden en el que siempre haiga cierto número de cuerpos viviendo; o quizás, en el caso de que si, mientras la población humana aumenta, no deja de disminuir la animal, más que nada por nuestra culpa, podría ser que también pudiéramos reencarnarnos en animales, así que mientras menos animales haiga más humanos habrán…

Otra pregunta, en este caso una más inteligente: ¿Si vamos aprendiendo y mejorando vida tras vida, porque sigue habiendo tanta “basura humana” sobre la tierra? Y a eso no puedo contestar, quizás sea un error, quizás todo esto no es más que una alucinación…
En ese caso la realidad debería ser el simple, aburrido, limitado y desesperante mundo en el que viven las conformistas masas de gente estúpida y consumista, en las que la vida se basa principalmente en vivir, trabajar, ser igual a los demás, encontrar un trabajo, obedecer, envejecer, y morir; y en la que no hay sitio para cuestionarse nada y obviamente no plantearse el hecho de que haya “Algo más”… o quizás, lo primero es real y esto segundo es una jodida mentira, o “alucinación” implantada en el consciente colectivo por gente a la que no le interesa tener gente pensando por debajo de ellos.

Cuestionaros todo, nunca consideréis nada real, por fundamental que sea, es más, sobre todo si es algo fundamental; no hace falta vivir en un constante estado de paranoia, pero tampoco hay que creer todas las mentiras implantadas meticulosamente dentro de esta manipulada sociedad.


Creedlo o no, pero si estoy en lo cierto, nos esperan experiencias maravillosas; sobre todo después de la muerte, cuando podamos deslizarnos a gusto por el espacio-tiempo.

5 comentarios:

  1. Creo que la personalidad humana se genera por las experiencias vividas y la herencia genética. Para mí es razón suficiente para deducir que es imposible adoptar una forma "libre" de representante físico, incluyendo la reencarnación.
    Pues sin "sensores" (nuestro cerebro) no percibimos, y sin percepción tampoco podrías haber sentido lo que sentiste. Lo que te ocurrió yo lo catalogaría como una refrescante revolución de la percepción, pero intentaría mantener una base de lógica para no perderme en el lugar donde nada es seguro y todo es posible, en estos casos la incertidumbre es una postura muy inteligente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. mas que un sensor, yo diria que el cerebro es la herramienta que de forma estandard nos permite vivir y realizar aquello para y por lo que estamos.
      El cerebro es el gran filtro que limita la percepcion, en todo caso seria todo lo contrario a un sensor!

      Eliminar
  2. perdon, un poco de lio. Nos permite vivir de forma estandard y realizar actividades basicas y primordiales

    ResponderEliminar
  3. estaria mejor hablarlo en persona..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es mucho mejor hablar sobre todo esto en persona, suerte que no creo que tardemos mucho en volver a coincidir los tres.

      Eliminar