El 15M y el Verano del amor en Sant Feliu de Guíxols

[Primera Parte] El Verano del Amor i el 15M a Sant Feliu

Estamos en Sant Feliu, primavera del 2011. Acampados en medio del paseo. Participando en asambleas de horas, haciendo conciertos, saliendo en las noticias, salvando el mundo y subsistiendo gracias a la comida que nos llevaba la gente que se solidarizaba con nosotros; alguien llevaba café caliente todas las mañanas y un horno cercano croissants para todos. Como no íbamos a llevarnos bien entre nosotros.



Entre la gente de las asambleas, había un grupo de chicos uno o dos años menores que yo pertenecientes en su mayoría a las JERC. Chicos de mi pueblo de quien nunca había oído hablar formaban un grupo de amigos de características muy diferentes a las que yo estaba acostumbrado. Eran chicos y chicas mezclados, de diferentes edades, y mucho más abiertos al mundo que lo que éramos nosotros por aquel entonces. Yo estaba acostumbrado a ir siempre con gente de la misma edad que, todo chicos, que además nos parecíamos mucho entre nosotros; como nos llevábamos muy bien y no nos veíamos para nada reflejados en la mayoría de la gente, una suerte de ostracismo nos llevó a cerrarnos demasiado y hacer siempre lo mismo, despreciar otras actitudes o actividades por sistema y ser siempre la misma gente. 




Me and the boys ain't afraid to raise our voices
But we hardly ever act it is sad but it's a fact,
There is much for us to do, to tear down and build up new,
But we speak from all our heart and that's a start.

En cambio, la acampada era el polo opuesto a la inmovilidad. Aunque me refiera a ellos como gente la JERC, en realidad estaba muy alejado de ser un grupo fijo y cohesionado como éramos en mi grupo de amigos, era toda una serie de gente relacionada entre sí por una u otra razón con, o como lo veía yo desde fuera, con mucho buenrollismo y ganas de hacer cosas. Dentro de la propia acampada como era previsible, al haber un salto generacional importante (y no entiendo por qué), formamos un grupo de menores dentro del movimiento, llevábamos más amigos procedentes de todo el espectro de conocidos que teníamos (aunque no necesariamente entre nuestros mejores amigos) a los conciertos o durante los fines de semana y principalmente éramos unos 10. Pasábamos el día haciendo cosas allí, durmiendo allí, incluso estudiando allí, por lo que terminamos conociéndonos bastante entre nosotros. Algunos hasta íbamos en el mismo instituto pero no nos habíamos dirigido nunca la palabra hasta que, de repente, hablábamos a todas horas. Eso de socializar con extraños no era precisamente uno de mis fuertes en esa época, así que fue extraño tanto para mí como para la gente que me había conocido antes y me veía ahora.

Alguien con quien iba en el mismo instituto pero no nos habíamos dirigido nunca la palabra hasta que, de repente, hablábamos a todas horas.

Una de las chicas de ese grupo de gente de la JERC estuvo siguiendo mis pasos durante la primera semana en la acampada sin yo saberlo.

Tampoco era un hecho con demasiados precedentes como para darme cuenta si os tengo que ser sincero. Por mucho que ahora mi historial y mi fama sean ahora un pelín diferentes, en su momento yo era un chico moderadamente tímido, que intentaba no salir de mi zona de confort y con un número de historias amorosas bastante reducido que podían achacarse además a momentos de suerte o inspiración divina. En realidad las pocas veces que "ligamos" durante nuestra vida con ocasiones en las que, normalmente sin querer, hemos adoptado características de macho alfa; posición ligeramente dominante, nivel social alto, confianza en nosotros mismos y no ser el pagafantas habitual. Hay muchas más características en juego, pero un par de esos momentos en mi juventud bien encajados bastaron para no tener a cero el historial en el momento en que todo esto ocurrió y supe manejarme sin morir en el intento.

Yo, ocupado como estaba con la revolución, no me enteré de nada.

Justamente esas características que menciono son las que, no como casualidad o inspiración sino como despertar, tuve marcadas en la frente las primeras semanas del 15M. No importaba que me llamaran "ministro" por mi manera de hablar a veces que parecía dar discursos en vez de charlar casualmente. No importaba mi disfraz de pollo y tampoco que pese ir al mismo instituto esa persona solo se hubiese fijado en mí pensando "menudo friki". 

Una vez ya estas liado con alguien, los factores importantes pasan a ser otros, pero todo el típico carro de "virtudes" que las chicas asocian a lo que les gusta en un chico son en realidad características a posteriori, es decir, las características que quieren que tenga el chico que les atrae, y dependen más de la persona, pero cuando se trata de la atracción inicial las características son prácticamente comunes a toda la especie y pueden ser explicadas psicología evolucionista mediante. Cuando tienes un marco que funciona, los que aparentan ser frikis al principio y resulta que lo que son es introvertidos pasan a aparentar personalidad y ser introvertidos. A lo bruto lo podríamos compararlo con el hecho de que si un chico feo regala flores es un pesado y si lo hace uno guapo es un romántico. Yo no es que fuera guapo, pero mi marco funcionaba, y cuando me enteré tenía su teléfono escrito con rotulador permanente en el brazo. 

Mis intentos de aplicar la logica formal a las chicas no dieron demasiados frutos en mi adolescencia.


Fue después de toda la historia de las manifestaciones y conciertos. A decir verdad, yo me había fijado unos segundos en ella cuando miramos una pelicula acampados durante la noche. Pero fue solo un instante pues mi atención se dirigía a otras cosas por aquel entonces y aunque hubiese estado mirando con microscopio cada uno de sus movimientos nunca me habría planteado que yo también le había llamado la atención. Tiempo después reconoció que había estado siguiendo mis pasos desde prácticamente el principio de todo. Los días pasaban y cada vez encontrábamos, no sé si consciente o inconscientemente, más cosas que montar o hablar juntos. Me la encontraba a veces en momentos inesperados o cortando alguna conversación que tuviese con alguna otra chica de la acampada. Pasábamos ahí todo el día y cuando no, acordábamos cuando volveríamos a bajar. Durante un par de días, cuando empecé a sospechar algo, hasta me plantee hacer algo al respecto, pero la chica tenia novio y a veces lanzaba mensajes altamente contradictorios, así que ignore la situación, la ignore ligeramente a ella, pasé tiempo con otra chica de la acampada y seguí en mi papel de mini líder. Hasta un día.

Esa noche el Barça jugaba la final de la Champions contra el Manchester.

Estábamos unos cuantos del movimiento en el teatro del Montclar viendo la final, chica incluida. Durante el partido sucedieron varias cosas. Ignoré la chica dando pequeñas muestras de afecto para observar sus reacciones lo mejor que pude. Marcó el Manchester, la chica reaccionó y vi claramente lo que estaba ocurriendo por primera vez con toda la situación, abrí los ojos a lo que en ese momento me pareció algo obvio y lleno de causalidades y momentos antes era un galimatías sin nada en claro. Analicé rápidamente la situación, asombrado con todo lo que estaba ocurriendo, otra chica también del movimiento me pasó un papelito de escondidas de la primera que después descubrí que contenía su número de teléfono. Marcó el Barça, un amigo que conocí también en el 15M me sacó al patio para decirme muy seriamente que a que esperaba para liarme con la chica del párrafo anterior, volvió a marcar el Barça, estuve hablando con él y le dije, armado con un desconocido valor y en una voz que no reconocía como mía que no preocupase, que sabía perfectamente que debía hacer (no lo sabía realmente, pero tenía una sensación de confianza en mí mismo desbordante), marco otra vez el Barça, la chica se cansó de intentar atraer la atención que le negaba, acabó el partido, le dije algo que no recuerdo con esa voz desconocida y la besé durante el pitido final. Fue una buena noche. Mystery se hubiese sacado el sombrero y las gafas de buzo si me hubiese visto.


Villa, eres un jodido genio.

El movimiento siguió unas semanas más, montamos más conciertos, recogimos miles de firmas, hablamos con gente muy interesante, alguien nos dedicó una canción a la chica y a mí, hablamos con gente que decía que se podía alimentar absorbiendo minerales del suelo con los pies y energía del sol con los ojos. Menos exagerado que esto había mucha gente con tendencia a creer en conspiraciones y pseudociencias, yo me apartaba cuando alguien empezaba a hablar de energías o del HAARP hasta el punto de ponerme borde un par de veces, pero era el único problema que teníamos, superábamos problemas y contratiempos que más adelante nos hubiesen supuesto abismos insalvables. 

Pase los exámenes de bachillerato, despertándome delante del mar y bañándome solo a la primera hora de la mañana, me secaba, releía los apuntes y subía al instituto. La gente que iba al otro instituto cruzaba por delante del campamento y nos veía a nosotros despertarnos en medio del paseo. Imagino a la gente yendo a los mismos exámenes que yo despertándose a las 6 de la mañana y estudiando frenéticamente y no me sorprende nada que yo pasara de curso y ellos no. Vino gente de otra acampada e hicimos una paella inmensa. Nos cancelaron nuestra manifestación disfrazada y nos hicieron descolgar algún cartel porque ponía spanishrevolution, pero daba igual. Seguíamos con una energía imparable, en nuestro proceso constructivo, creando cosas y alimentándonos del feedback que íbamos recibiendo, literalmente, porque la comida nos la llevaba la gente.





En momentos puntuales de decaída de ánimo, algo ocurría siempre que nos volvía a encender, de cualquier sitio sacábamos fuerza y recordábamos lo que estábamos haciendo. Alguien respondiendo a un cartel de "toca la bocina si estas indignado", alguien desconocido viniendo, colgando un poster de Bob Dylan "The Times they are a-Changing". Una brisa de aire fresco era suficiente. Pero no eternamente.




Come senators, congressmen
Please heed the call
Don't stand in the doorway
Don't block up the hall

For he that gets hurt
Will be he who has stalled
There's a battle outside
And it is ragin'.
It'll soon shake your windows
And rattle your walls
For the times they are a-changin'.

Come mothers and fathers
Throughout the land
And don't criticize
What you can't understand

Your sons and your daughters
Are beyond your command
Your old road is
Rapidly agin'.
Please get out of the new one
If you can't lend your hand
For the times they are a-changin'.


Pero no todos los procesos "positivos" como los llamo yo, producen necesariamente nada positivo ni son tan inofensivos como subir un Pokémon de nivel. Hoy en día tenemos el proceso positivo del independentismo cada día en nuestros diarios, televisores y blogs. No tengo ni idea de cómo lo vive la gente de fuera de España ni la gente que esté abiertamente en contra. Ahora, y más aun hace un año, aunque no fueras directamente independentista ni te interesase la política hasta te dejabas llevar de la ilusión y ganas que le ponía la gente, como en una bola de nieve; un día de constituye la asamblea nacional catalana, la otra se corea independencia en el Camp Nou, otro Jordi Puyol dice que ahora es independentista, otra ERC sube escaños como la espuma y otra semana hay una manifestación de rollo un millón de personas en Barcelona, se empiezan a sentir canticos catalanes hasta en la discoteca del pueblo y la gente deja las banderas colgadas en los balcones, ahora lo normal es ser-lo. Los que están en contra cumplen estereotipos con brutal precisión, y toda crítica parece poder ser sofocada con un par de eslóganes decimonónicos. 


En cambio, durante unos años, cuando las cosas iban "bien" en España el independentismo parecía ir retrocediendo en sus núcleos; la gente de fuera identificarse más con la identidad española o con ninguna en absoluta y ERC perdiendo escaños a mansalva mientras se fraccionaba y las críticas venían de los sectores considerados menos extremistas. El independentismo era un proceso "negativo". ¿Qué pasa con los movimientos negativos? Se radicalizan lentamente, hay fracturas internas, escisiones de sus partes, broncas y decisiones absurdas que involucran más el ego de sus participantes que el proceso en sí mismo. La idea se pierde en estas discusiones internas que ya no interesan a la gente que no está inmediatamente metida dentro. Hay tensión, la gente se cansa y se van perdiendo. La idea en sí, no importa demasiado, el proceso es así, solo va a variar la fecha de caducidad.


¡DISIDENTE!

Lo que no sé es si los procesos políticos empiezan a ser negativos cuando ya no atraen a la mayoría, o si no atraen a la mayoría porque se han vuelto negativos. Probablemente las dos cosas.

Por una razón u otra, y como era previsible según mi definición de proceso negativo, las conversaciones políticas en la asamblea fueron oscilando de contenido volviéndose lentamente más radicales y el contenido perdiéndose en la burocracia y las formas, alguien me acosó ser un demagogo y ya solo discutíamos cuestiones organizativas; pues el mensaje estaba ya claro, había consenso en todo lo general, el problema es que nadie hizo caso, y si algo quedó claro a todas las personas recién despertadas de su mundo de yupie como yo es que el rollo de la representación del pueblo era un cuento y que los políticos Vivian en otro plano espaciotemporal. La ilusión, aunque la llamásemos indignación, se tornó en cruda rabia, escepticismo y cansancio, mucho cansancio.


No quiero ni saber que hora era. Así todos los días.

En algún momento no nos damos cuenta y partiendo del buen rollo que teníamos entre nosotros, creamos un "vosotros" y un "nosotros" cuando hablábamos entre los menores. No nos lo parecía, pero era una escisión política. Incluso teníamos proyectos propios que cancelamos en el último momento, como la manifestación disfrazados, porque a los mayores no les parecía serio. Hasta planteamos, alentados por Néstor medio en broma, que montáramos nuestro propio 15M en las puertas de institutos y universidades. No sabemos si fue la culpa de alguien o era simplemente inevitable con el salto de edad que había entre nosotros. Pero era un signo más de que todo el movimiento, la unión, la atención mediática, la paciencia de la gente, las horas que dedicaban los mayores de su vida personal... tenían fecha de caducidad.

Cuando las asambleas ya iban un poco de capa caída, fuimos los jóvenes los únicos que llevábamos la acampada; llegado el momento en que prácticamente hicimos un golpe de estado y nos apropiamos de ella (los grandes, la mayoría ya ausentes, la querían desmontar; hicimos unas llamados y pronto éramos 20 votando en contra, y allí nos quedamos). Las razones políticas, aunque habían, poco tenían que ver con nuestra decisión, tengo que reconocer; la acampada era nuestro símbolo, nuestro punto de unión y nuestra revolución: cuando finalmente se desmontó, que no tardó mucho, nuestra revolución acabó con ella. Seguimos unidos durante el verano, pero ya como amigos, no he vuelto a hablar de política con ninguno de ellos y dios me libre de hacerlo.





El proceso que nos llevó a desmontar finalmente es lento, tedioso, lleno de matices y riñas personales envolviendo más el ego de los participantes que ninguna idea en sí misma.

Estuvimos demasiado tiempo aguantando mucha presión, dedicando nuestra vida a ello, con muchas tensiones inevitables entre nosotros; y el día que nos juntamos prácticamente los mismos del principio y decidimos desmontar definitivamente, aunque voté en contra de ello, sentí desvanecerse un gran peso sobre mis hombros y terminamos todos en un gran y sincero abrazo colectivo.


Buen rollo.

Llegó el verano casi sin darme cuenta, y yo había cambiado. Seguí con aquella chica que resultó gustarme mucho un tiempo más, hasta que se marchó de vacaciones y la historia nunca volvió a ser la misma. El 15M dio la entrada, en Sant Feliu en vez de en San Francisco, a un verano del que recuerdo multitud cosas increíbles y que no hubiese sido lo mismo si nada de todo esto hubiese ocurrido, un verano durante el que una parte de mí que casi nadie, incluido yo mismo, sabía que tenía apareció, y vino para quedarse. 


Fue mi primer y particular Verano del Amor. Seguí yendo con la gente que conocí (y aun lo hago) además de conocer mucha otra, mi hermana que yo tenía como la típica niña buena empezó a salir oficialmente con el chico del pelo largo del primer capítulo y se compró una furgoneta hippie de segunda mano con la que recorrer mundo, aprendí mucho sobre cómo funciona el mundo, aprendí a transmitir confianza (que no es que no la tuviera), fuimos a nuestro primero y más épico Algo Mas Duro, viví historias con más chicas de las que puedo contar con los dedos de las manos (sin babosear en discotecas como hacéis vosotros), me harté de la política y pese a todo eso me quedó tiempo para ir a Barcelona un buen día de julio con otra chica de la acampada y maravillarme al ver en las 200.000 personas de la manifestación del 15J la mayor extensión que podemos tener unos cuantos insomnes a las 4 de la mañana, adictos a la información, hablando por el IRC y comentando noticias en Internet.


If you're going, to San Francisco
be sure to wear some flowers in your hair...



[Critica desoladora] La desolación de Smaug




Esta es una película que empiezas a disfrutar cuando te olvidas del libro, te olvidas del señor de los anillos y te dispones a ver una película de unos enanos que quien mucho oro y viven aventuras con elfos, dragones, hombres-oso y un hobbit. Toda la gente que está leyendo esto ha visto el señor de los anillos. Todos recordáis la épica, todos recordáis el momentum, los grandes ejércitos y las historias trágicas. Pero el hobbit es un cuento, no un tratado sobre la batalla de Stalingrado. El Hobbit es una aventura y su trasfondo y mitología una excusa que se sacó Tolkien de la chistera para contar todo aquello que le viniese en gana. De la misma manera que la historieta de los barriles le sirve de excusa a Peter Jackson para montar una coreografía de elfitos saltando, enanos haciendo malabares y orcos siendo machacados a centenares. Por mucho que luego lo expandiese, diese forma, historia coherente y lo convirtiese en La Tierra Media; en las trincheras de la primera guerra mundial Tolkien escribió sobre bosques encantados, canciones de enanos, reyes altivos y dragones parlanchines, no sobre el destino del mundo ni sobre Illuvatar y Valinor. 


I'm sharing in an adventure! Porque eso en lo que es, una aventura.

Dicho esto, el señor Jackson necesita un vínculo con el señor de los anillos. Está contando otra historia que la de la primera trilogía, pero no quiere despegarse de un modelo de negocio millonario. Se supone que es una precuela, y convierte la anécdota de que fue Bilbo quien se encontró el anillo y se lo pasó a Frodo en un tercio de la película. Hace una película sobre una aventura, pero coge los motivos que le llevan a ella a un discurso épico, patriótico y lo recarga de seriedad y orcos hechos con ordenador. ACLÁRATE. Me parece bien que cojas a Gandalf y lo lleves a una excursión que no está en el libro pero si en otras obras de Tolkien. Pero en algún momento de la excursión, Gandalf se convierte de repente en Dumbledore y puede destruir paredes, hace un par de hechizos para escapar de Azog y convoca un patronus para repeler a los dementores Sauron. Lo de que el iris del ojo de la torre sea la silueta de Sauron me parece una fumada bastante importante. Que durante toda la película sea tan obvio para Gandalf que se trata todo de Sauron y luego hasta a media peli de la comunidad del anillo no se vuelva a acordar más del asunto es bastante turbio.

Se abren apuestas.

Lo que ha ocurrido aquí es que en un intento de ligar el hobbit con el señor de los anillos siendo historias claramente diferentes ha conseguido dos cosas, hacer más oscura y menos divertida el hobbit y más predecible y lenta el señor de los anillos en comparación. Ha usado guiños, en algún caso absurdos y forzados para unir las dos trilogías cayendo en una especie de Efecto Star Wars. Ha creado un romance innecesario en la trampa a costa de, por ejemplo, eliminar escenas geniales como la entrada a la casa de Beor y exagerado toda la historia del pueblo del valle porque así cuenta historias Peter Jackson. Seguir solo la historia de los enanos se le quedaba pequeño y ha dividido en tres ramas la película: Escenas de enanos, escenas del pueblo del valle, escenas de Gandalf. 1 hilo argumentativo en la primer película, 3 en la segunda y habrá 5 en la tercera; porque así es exactamente lo que pasaba también en la trilogía del señor de los anillos; donde hay que decir que ahí si estaba justificado.

¿Habéis visto machete? Machete tiene gracia porque es una parodia de ella misma. Las escenas de acción se comifican para que sea lo más burra, con más explosiones y más estéticamente brutal posible, su intención no es ser realista y quien se lo crea ha visto demasiado Smack Down de pequeño. 

Pues Légolas tiene complejo de Machete, y sobra. No tiene dialogo, no tiene la misma personalidad que en LOTR y se aficiona al surf y a tirar flechas haciendo skate en cosas. Entendido como cosas desde barriles a escudos pasando por orcos enteros. El triángulo de amor bizarro interracial sobra, Légolas no sobra con guiño pero sobra como personaje principal, las escenas oscuras sobran, la familia esa de Bardo sobra. El nido en la cabeza de Radagast sobra, la canción de lo créditos sobra. La gente que critica esta película solo porque no es exactamente como en su jodida imaginación sobra, la gente que critica que no es exactamente como el libro sobra y la gente que critica esta película en general también me sobra bastante; ir a ver cine de Lars von Trier y dejadnos en paz a la gente normal. ¿Que han hecho tres películas de un libro de 200 paginas? Pues leeros el Silmarillion y me lo planeáis en menos de 5. Por mi Peter Jackson se puede tirar grabando escenas de Tolkien y haciendo trilogías de 9 horas hasta que me muera o hasta que Légolas salga en un plano sin usar sus ojos de elfo. (Ahora también disponibles en azul.)

Plano típico de Légolas viendo como llevan hobbits a Isengard.

Coge todo lo que te he dicho, todas las comparaciones con el señor de los anillos y desajustes con el libro, es decir, todo lo que no es de la propia película, y, ¿qué te queda?

Una aventura con tintes épicos con Reyes Altivos, Elfos acrobáticos, un hombre oso al que teme hasta el malo malote, enanos cantando, runas, magos, mazmorras, trineos de conejos, combates y acción constante, Benedict Cumberbach, paisajes increíbles, un bosque encantado, armas magicas, una banda sonora brutal y más y más y más.

Coged a vuestros niños, hermanos pequeños y adolescentes problemáticos y llevadlos a ver esto en V.O. Por favor.



Puntuación: 8'8/10

Lo Mejor:

Las escenas casi psicodélicas del bosque

Las escenas del río son la risa

Sherlock Holmes reencarnado en un dragón que luce increíble dorado.



Lo Peor:

No extender la intervención de Beor y convertirlo en un secundario trágico, aunque sigue siendo mejor que ignorarlo completamente como ocurrió con Tom Bombadil.

El triángulo amoroso en general es horrible, fuera de sitio y todas sus partes ridículas.

Algo lenta o oscura a ratos, cuando le intentan poner épica forzada por ejemplo.

Perdóname, oh gran Smaug, la mas grande de las calamidades, por el titulo del articulo.

Experiencias paranormales durante un viaje de setas mexicanas, sobre la naturaleza del poder de conexión con lo desconocido de los psicodélicos.


Esta historia es sobre un viaje de setas, sucedió en el verano del 2012 y todo lo que contaré sucedió, me ahorraré decir nombres para conservar la privacidad de las personas involucradas, a pesar de que dudo mucho que les importase que aparecieran.

Habían pasado unas semanas de mi primera y suave experiencia con psicodélicos y estaba preparando la siguiente, busqué floristerías y grows cercanas en las que poder comprar LSA, pero no tuve suerte, con una excepción, el encargado de una grow no me dijo que tuviera pero me pareció que me estaba dando a entender que sí, pero el hecho de estar hablando por teléfono le incomodaba ya que no tenía ni idea de quien era yo ni cuales eran mis intenciones, así que esa misma tarde me presenté en su tienda con unos amigos con la intención de comprar esas semillas. Para mi sorpresa me entendió mal, y no las tenía, pero casualmente acababa de cultivar unas setas y ya estaban listas para tomar, creo que eran psilocybe mexicanas; salimos fuera a discutir que hacíamos y nos decidimos por comprarlas. No debo decir el lugar donde las tomemos, pero era un lugar muy adecuado para la situación, disponíamos de un buen equipo de sonido y allí dentro se escuchaba muy bien la música; “disfrutemos” mucho escuchándola.

Tomemos un poco más de la dosis que nos recomendó, e hicimos algún porro de mientras subían, mientras esperábamos y esperábamos escuché el sonido de una flauta lejana que nadie más parecía oír. No sé cuánto tiempo transcurrió, pero al ver que seguían sin subir entramos al lugar que he descrito brevemente antes; puse Echoes de Pink Floyd y apagamos las luces. No tardemos mucho en darnos cuenta de que quizás algo sí que habían subido. Éramos cuatro personas, y cada uno sintió cosas muy distintas, al menos dos de ellos sintieron pánico en algún momento. Aquí mi percepción ya había sido alterada pero no sería nada comparado con el clímax que nos esperaba en breves. Me encargué de poner un abanico de temas apropiados para el momento, de los Doors, Led Zeppelin, Jimi Hendrix y Don’t Forget Me de los Red Hot Chili Peppers. Recuerdo ver muchas caras en frente mío, de animales principalmente, con la excepción de la de un bebé humano; solo la cara, flotando allí, delante de mí, y si no me falla la memoria, de la infante giraba horizontalmente; también vi una mano de un blanco transparente tocándome la rodilla derecha, estuvo así un rato, pero no notaba el tacto y no me transmitía ningún tipo de miedo o mal rollo. También cabe destacar que mientras sonaba una de Hendrix, alcé la cabeza (estábamos sentados en el suelo), y mi mente, por la que fluía libremente la psilocibina, transformó el bafle, que recibía las tenues luces de la tabla de mezclas situada justo debajo de este, en el mismo Jimi, con una Fender Stratocaster colgando de él y sujetando lo que parecía ser un peta.


                                                 Algo así pero sin el micrófono, mirando al frente y con muchos y muy extraños colores,                                                      la boca más cerrada, pero con esa misma sonrisa.




Debió pasar una hora quizás (en realidad no tengo ni idea), y decidimos trasladarnos a casa de uno de nosotros, la cual frecuentábamos ese verano; el camino a pata fue maravilloso, me sentí conectado con mi entorno, con mi ciudad, pueblo más bien, con sus acogedoras calles. Aún era de día pero se acercaba la noche, y del interior de bares y restaurantes emanaba una luz distinta cada una de la anterior; era un cúmulo de tonalidades realmente bello. Para la mitad de nosotros, ese corto camino fue muy distinto a como yo lo percibí, tenían miedo, les acechaba la paranoia, creían que todos los peatones les miraban. Durante este trayecto sucedió algo muy curioso, yo iba delante con un amigo, y los asustadizos detrás; cuando noté como me introducían la mano en el bolsillo y la sacaran muy poco después, entonces comprobé dentro de este y para mi sorpresa encontré dos púas, cuando al salir sólo llevaba una; la otra era del mismo tamaño que suelo usar, 0.5 mm, pero estaba muy gastada, me extrañé mucho, y mi acompañante aseguró no haberme metido nada en el bolsillo, además, el caminaba a mi izquierda, y la púa la encontré en mi bolsillo derecho. No le di demasiada importancia y seguí caminando.


Una vez allí no hicimos nada en concreto, y ya nos empezaban a bajar, si más no, el clímax ya había pasado. Estaba sentado en un sofá, tocando la guitarra clásica del padre del anfitrión, con la misteriosa púa que por lo que a mi refería, había aparecido en mi bolsillo, cuando en un momento de pausa ambos vimos cómo se me deslizaba dentro de la guitarra, algo que nos solía pasar cuando íbamos muy ciegos, pero para nuestro asombro, al agitar la guitarra para sacarla, no se escuchaba a esta rebotar dentro, la agité mucho, la cogió mi amigo y también la agitó, pero nada, nos quedamos flipando. Continué tocando con los dedos, y al cabo de un rato él me dijo que le dejara probar de sacarla, le acerqué la guitarra, y al zarandearla escuchamos la púa rebotar, volvimos a quedarnos flipando; la sacamos, y a día de hoy aún la conservo.


Hasta ahora casi todo es normal, lo de la púa es algo muy bestia, pero podría ponerse la excusa de que estábamos drogados, pude haber tenido siempre dos púas en el bolsillo, y esta pudo haberse quedado atascada dentro de la guitarra; pero lo que viene a continuación demuestra que esto (droga psicodélica) no es una droga más, sino que es una substancia que te lleva a vivir experiencias místicas y que puede conectar esta realidad con otras ya existentes, que no percibimos o con las que no tenemos contacto. En las manos inadecuadas puede ser terrible, pero en las apropiadas puede llevarte a aprender sobre ti mismo y sobre tu entorno, puede marcar un antes y un después en tu vida, y ayudarte a desarrollar con más rapidez la persona que estás destinada a ser, es una especie de hack, un pokesav que puede convertirte en el mejor entrenador, o puede ser tu perdición, y joderte el juego; todo depende de uno mismo y no de la substancia en sí.


Antes del momento al que quiero llegar, cabe recordar la escena en la que, ya totalmente de noche, estábamos en el balcón mirando los fuegos artificiales que tuvimos la suerte de que se lanzaban esa misma noche. Comíamos bacon y huevos, cuando al terminarnos la comida, el anfitrión se disponía a llevar los platos a la cocina, pero en un arrebato de cómica insensatez los arrojó a canto de gritos por el balcón, para el asombro y risa extrema de los demás.
 
Mucho rato después, ya de bajón total, y con un amigo más en la casa, me quedé dormido en el mismo sofá donde horas antes estaba tocando y sucedió la “desaparición y reaparición” de la púa. 

Me despertó un fuerte calor en la parte derecha frontal de mi cadera, y supuse que alguno de ellos me estaba tocando con el mechero precalentado con la intención de dejarme marca, “broma” que algunos hacían por entonces y que nunca llegó a hacerme gracia ni interesarme. Me desvelé del todo y les dije que parasen. No tardé en volver a quedarme dormido, pero volvió a despertarme esa intensa y perpetua calor, al despertarme del todo desaparecía, y ya empezaba a molestarme la broma, les volví a decir que pararán, mostrando cierto enfado en mi tono, a lo que respondieron con total tranquilidad, “a nosotros no nos digas nada, es el F*****” (anonimato de los involucrados). Acepté la situación a regañadientes ya que no veía al supuesto culpable (este es el amigo que había venido más tarde, y que por lo tanto, no había tomado setas). Volví a despertarme notando ese fuego en contacto con mi piel una vez más, creo, quizás fueron varias. En el mismo momento no le me fijé, por mi estado medio onírico medio desvelado, pero ese calor que notaba era muy peculiar, era intenso y perpetuo (muy diferente al de cuando te queman con un mechero precalentado, ya que es fugaz, con unos segundos basta, además, no tarda en enfriarse), y lo notaba bajo mi piel.

 Me despertaron cuando pretendieron irse, y acabé de pasar la noche en mi cama. 


A la mañana siguiente, recordé lo sucedido y miré la zona donde anoche me estaban quemando los simpáticos de mis amigos, y quedé abrumado al ver una E mayúscula grabada en mi piel, con el palito superior muy marcado, el del medio un poco y el inferior muy ligeramente. También parecía una F, así que supuse que el amigo al que culparon, me había marcado con su inicial. Gracias.

 Por la tarde fui a la casa del amigo donde estuvimos la noche anterior, y la primera conversación con él fue muy bestia; sucedió algo así como:
 
(YO)-Que cabrón eh, el F***** anoche, no me dejaba dormir tranquilo

(ÉL)- Hahaha, ya, que cerdo.

(YO)- Mira lo que me hizo: Entonces me levanté la camiseta y le enseñé la marca.

Él estuvo perplejo unos segundos mirándome la cadera y me dijo: Pero.. si el F***** te estaba tirando ceniza en la cabeza, y cuando te despertabas se escondía.

Quedé desconcertado, y le expliqué mi versión de los hechos, su cara se mostraba abrumada y confundida; me prometió que nadie había estado quemándome, no había mentira en sus ojos, y repasando mis recuerdos de lo sucedido, nadie pudo haberme quemado la parte más inferior de la barriga. Cuando los demás lo supieron quedaron igualmente deslumbrados. 


Aquella marca era de una naturaleza muy rara, aunque pasaras el dedo por encima no se notaba nada, la piel estaba completamente suave, aunque la quemadura se veía perfectamente, pero estaba en el interior, formando esa E mayúscula de palitos horizontales ordenados de mayor a menor grosor empezando por arriba que me acompañaría todo el verano, y que más de un amigo vio y escucho la historia. 

Más adelante conocería más sobre lo que sucedió aquella noche, pero es otra historia que quizás algún día me anime a explicar, en la cual el factor principal sobre el que esta gira es el espiritismo.

[RM][Colaboración] Canciones que escuchar frente a una hoguera, por Pau Pérez


[Colaboraciones] Pau Pérez

[Nota del editor]Tengo el honor de presentaros esta Colaboración y Recomendación Musical de manos de Pau Pérez, más conocido como el Pau o Jack Paquete, para los asistentes a las clases de dibujo técnico de segundo de bachillerato el curso 2012/2013 en el "ins" Sant Elm. Me flipa el tema que ha escogido, aunque es bastante difícil, a mí solo se me ocurren cuatro canciones que podría poner. Sin más dilataciones, dylanciones, ¿vacilaciones?:


[Recomendaciones Musicales] Canciones que escuchar frente a una hoguera. 
  

Escuchar lista en Spotify

Todo esto empezó una fría tarde de invierno escuchando Creedence Clearwater Revival acomodado en el sofá. El frío se estaba apoderando totalmente de mi cuerpo, y una de sus canciones me ayudó a imaginarme el típico ambiente de guitarra, hoguera, colegas…
Cuento con la “suerte” de tener una chimenea en el comedor (“llar de foc” es la palabra) y con este tiempo suele estar encendida. Digo “suerte” porque actualmente, contando con sublimes programas televisivos como Bricomanía, el que no tiene una es porque no quiere.
Y pensaréis, ¿qué diferencia hay entre escuchar música con hoguera y sin ella? Pues que en algunos casos es posible que la canción y el fuego concuerden a la perfección como si de un puzzle se tratase, al igual que con la lluvia. El vago movimiento de éste encaja con el ritmo lento de la guitarra, e incluso si se trata de una canción que te trae recuerdos, estos se pueden llegar a reflejar en el fuego, como una especie de espejo o un televisor full HD conectado directamente a tu mente.
 Mi objetivo con esto, además de colaborar con los RLG, es intentar demostrar que es posible llegar a disfrutar más de la música en depende que situaciones; y también que en esta etapa del año, que personalmente a mí se me hace tan dura, se puede hacer algo más que el típico plan de manta y peli.





                                    Lookin’ Out my Back Door, Creedence Clearwater Revival

Los Fogerty y companía siempre se consideraron muy fans de las hogueras, o al menos es lo que piensa el menda al haber escuchado numerosas canciones de ellos, ya que podría poner muchas otras que acompañarían notablemente el ambiente, pero me quedo con esta, que fue la primera que me llevó a él. Podéis ver en el videoclip como no hacen absolutamente nada del otro mundo, John Fogerty sentado en un sofá y los demás riendo de algo que nuestros ojos no llegan a percibir. Esa es la clave, no hagas nada tío, el fuego ya se moverá por ti, tú céntrate en tocar la guitarra o cantar.




                                                       On the Road Again, Willie Nelson

Canción que conocí hace varios años mediante Guitar Hero y que no me llamó la atención para nada. Hasta que unos años después, con mis gustos ya evolucionados, la reconocí al instante (ya que en mi casa abunda música de este estilo) y me pareció buenísima. Cuenta con numerosos momentos de armónica que ayudan también a crear el “ambiente hoguera” (de ahora en adelante lo llamaré así). Willie Nelson es un cantante de country, pero la línea que separa el estilo de esta canción con el estilo de alguna otra de Creedence es bastante fina.



                                                  Mrs. Robinson, Simon & Garfunkel
 

                                             Take me Home, Country Roads, John Denver

Un hombre que, antes de morir estrellado con su avión en la costa de California, nos dejó canciones como esta. Estoy intentando describirla pero no encuentro la palabra exacta, sin duda eso es bueno. Simplemente escuchadla, no os arrepentiréis.



Leaving on a Jet Plane, John Denver
 
                                                     Romeo and Juliet, Dire Straits

Si conocéis esta canción, posiblemente no os va a parecer una canción digna de ser acompañada con una hoguera, en un principio. Canción perfecta para escuchar cuando la chica de turno te ha roto el corazón y te quieres desanimar aún más sintiéndote identificado con la letra (todos lo hemos hecho). Pero bueno, atemos cabos. Esta canción habla del amor, el amor es fuego, está demostrado, lo que la convierte en una canción fogosa. Y para rematar, el ritmo de la guitarra y el hilo de voz con el que canta Mark Knopfler en gran parte de la canción creo que la hace una canción apta.



                                                          Heart of Gold, Neil Young

Canción que ya forma parte de la lista para escuchar en soledad después de las 2 de la madrugada, y por ese motivo pensé en si ponerla también en esta o no. Pero Young gana, es demasiado buena como para excluirla. Esa armónica to’ loca durante la canción que especialmente a mí me gusta tanto. Por último destacar Canadá, que nos trae a gente tan admirable como Neil Young, Robin Scherbatsky, Justin Bieber…


                                                          Blowin’ in the Wind, Bob Dylan

Poco que comentar, la mayoría conoce a este sujeto y a esta canción, temazo. Solo destacar la tos que se le escapa en el 1:43 al amigo Bob (si la escucháis por Spotify de muerte) que ya viene a formar parte de la letra de la canción.

                                                  The Crystal Ship, The Doors (Bonus Track)

No es fogosa como las otras, pero tiene un punto. Es de esas canciones que sin ser de las más famosas del grupo, le tienes un especial cariño. Primero la escuchas, y piensas que está bien, pero sin más. Luego sales de fiesta un sábado y hacia las 4 AM te viene a la cabeza acompañada de unas ganas locas de escucharla. Es ahí cuando empiezas a sospechar que esa canción no es normal y ya en tu casa lo confirmas. Digo en tu casa porque no llevas auriculares de fiesta, mal hecho.






This is the end. Está claro que podría haber puesto muchas más canciones, y sobretodo, infinidad de ellas que serían mucho más aptas para crear el ambiente descrito que algunas que he puesto en esta lista, pero entended que en breve su majestad el Rey hace su discurso, y uno tiene que prepararse.  Bon Nadal a tothom.

El Verano del Amor y el 15M en Sant Feliu de Guíxols

Como de costumbre por estos lares, esto es todo ficción, así que toda imprecisión histórica u ofensa personal que pueda cometer carece de fundamento pues no estoy hablando de personas reales.



Es el año 1967, estamos en San Francisco, naciente capital de la música mundial, rayos de luz entre los edificios y tiaras de flores gobernaban el espíritu de la que sería la contracultura hippie en Estados Unidos. Los Beatles se metían ácido, The Doors sacaba su primer disco, Jefferson Airplane cantaba Somebody to Love, empezaban a sonar Jimi Hendrix, Pink Floyd y Janis Joplin en las radios. Un concierto con 200.000 personas y una canción remataron la faena. El principio de la letra es como una tímida invitación. Un amable:

Si quieres, puedes venir con nosotros.







Ok, la vida por la que nos dejamos llevar y que hace que todo nos parezca bien si lo hace todo el mundo nos está llevando a cosas de las que no quiero formar parte. Yo no quiero ir a matar gente a Vietnam. Yo no quiero la vida de mis padres, constantemente preocupados por las apariencias, odiando a los diferentes. Yo no quiero trabajar 8 horas en una fábrica para comprar cosas que no necesito realmente. Nosotros nos bajamos y vamos a montar nuestra propia cultura, pero no como adolescentes incomprendidos, sino como adolescentes ingenuos. ¡Con flores! ¡Y con música!


For those who come to San Francisco
Be sure to wear some flowers in your hair
If you come to San Francisco
Summertime will be a love-in there


En realidad nada tiene que ver con un: "vamos a construir tal cosa". En realidad uno se contamina poco a poco de ese tipo de cosas, son procesos positivos, constructivos, de los que te seducen sutilmente y cuando te das cuenta estás completamente atrapado. Este, además estaba muy marcado por la sensación de libertad, de empatía, y de ingenuo estar cambiando el mundo. Cuando empieza un movimiento así, se retroalimenta. Te vas envolviendo cada vez más y más... A nadie le pareció nada raro que, al fin y al cabo, el movimiento basado en el amor fuese muy parecido al amor en sí. 


Así empezó el primer movimiento de la historia de la humanidad basado en el amor al prójimo que no acabó con un baño de sangre de proporciones bíblicas, y a ese verano precedido de flores y despertar colectivo lo llamaron El Verano del Amor.






Pues así son más o menos todos los movimientos en fase creciente. Procesos retroalimentados y constructivos. ¿Sabéis lo poderoso que es un proceso retroalimentado? Un proceso positivo o retroalimentado es todo aquel que mejora a cada momento que avanzas y vas recibiendo feedback instantáneo, como entrenar un equipo pokémon o jugar un MMRPG. Cada nivel subes de características y vas recibiendo recompensas pequeñas además de que a cada nivel que subes, más rápidamente aumentas tus atributos, que te permite pasar más pantallas, donde consigues objetos más buenos con los que subir de nivel más rápido. Cuando te quieres dar cuenta estás inmerso en tu pequeño mundo con sus propias normas y propios objetivos virtuales. Hasta que deja de serlo.

Esta es la historia de un proceso constructivo, de un despertar que removió mi vida igual que el 67 removió el de tanta gente. Esta es la historia del 15M, de cómo empezó todo, de lo que significó y de cómo el verano que empezó el 15 de mayo también empezó lo que sería mi propio y particular Verano del Amor. 



Siempre he querido usar esta foto para algo.


Un día te despiertas y eres un chaval convencido de que en el mundo hay muchas cosas que no funcionan nada pese a que se intente enmascarar. Te has acostumbrado a vivir con ello en una aprendida indiferencia, con la misma que sobrellevas tu vida, que ya tiene suficiente en que ocuparse de otras cosas como el estar perdiendo el tiempo 8 horas al día en un instituto o de cómo te saludado por MSN la chica que te gusta. Tu horizonte del mundo parece bastante reducido pero a la práctica lees noticias a diario y has dejado de mirar los informativos "oficiales" hace tiempo porque te has dado cuenta de lo parciales que son. Como el inexorable peso del mundo aún no ha aplastado tu espíritu y eres un potente idealista, seguramente vas a tener en tu mente un modelo de funcionamiento de "como debería" ser la sociedad. Y como no, te dejas seducir lentamente con la idea de cambiar el mundo.

Podría simplemente decir que explotó el 15M y me uní a él, pero no sería verdad. Yo llevaba tiempo ya por esos derroteros, yo estaba cuando nació DemocraciaRealYa, yo estaba cuando lo de Wikileaks, yo disfrutaba leyendo en la prensa sobre lo ocurrido en los premios de los Goya viendo como nadie entendía nada y nada se veía aun de la que se avecinaba. Yo estaba, normalmente en forma pasiva, observando, leyendo, informándome; y otras cuando la actividad era más intensa rodeado de tres ordenadores a las 4 de la mañana, con 4chan en uno, el IRC en otro, Facebook en el tercero y los tres "I'M A' FIRIN' MAH LAZER" como diríamos entre amigos o haciendo un DDoS  si no me entendéis a alguna página de algún gobierno preprimavera árabe. Formaba parte de ello. Pero esos momentos eran de ensayo, de iluminación repentina e inesperada; que me duraban una noche al principio y que como mucho me llevaban a estar una semana sin dormir mucho por las noches y culminaban, por ejemplo, una Paperstorm en mi pueblo.



Los de la biblioteca fliparon cuando vieron lo que estábamos imprimiendo.


Junté unos 7 o 8 colegas, imprimimos diferentes folletos de Anonymous y llenamos el pueblo de ellos en cada bar, coche, centro social, o escaparate que encontramos. Unos 600 en total. Incluso nos colamos en mi instituto para colgar unos que estuvieron ahí semanas. Al amanecer nadie se enteró de nada y el mundo no cambió un ápice, o eso pareció; pero la revolución va por dentro, y encontrarse un folleto de esos; donde menos te lo esperarías era un pequeño y personal aviso de que no solo existíamos en Internet. Expect Us. Un par de personas me lo comentaron y me encantó la cara que ponía la gente si les decía que habíamos sido nosotros. Estábamos vivos, no estábamos solos, y no solo dábamos likes en Facebook. Igual que lo que pensaron los hippies en el 67, cambiar el mundo era posible. La historia de siempre.


Había una fecha. Era, en sí, una más, de las muchas convocatorias anónimas que se hacían por Internet. Esta tenía la peculiaridad de ser ideológicamente neutra y ponía todo el mundo de acuerdo en unas bases fundamentales; el sistema de gobierno que se nos ha venido como legítimo es un disfraz por X razones, y queremos cambiar eso, no desde los canales habituales de los que ya estamos acostumbrados que pasen totalmente. Nada de partidos. Nada de sindicatos. Ni asociaciones. Vamos a la calle individualmente en nombre de nosotros mismos. Me pregunto cómo se vería desde fuera. El 15 de Mayo yo estaba en casa enganchado a la pantalla de mi ordenador hasta tarde, vi como echaron a palos a un grupo de unas 50 personas que pretendían quedarse sentados durante la noche en Sol, y pensé: la policía acaba de hacer el mayor favor de su historia a la democracia. Sonreí y me fui a dormir.




Los días siguientes fueron un cúmulo increíble de actividad. Si seguías la actualidad (la de verdad, los noticiarios tardaron dos días en enterarse de que algo ocurría, y fue muy divertido cuando se enteraron y empezaron a disparar al aire y gritar a la nubes; para las risas de aquellos que si sabíamos de donde habían salido 20.000 personas en pleno centro de Madrid de un día para otro) te daba la sensación de que el país seguía igual por una mitad de la población que continuaba su vida y la otra mitad se movía a 10 veces la velocidad normal. En una semana florecieron miles de artículos, webs, plataformas, protestas, manifestaciones, portadas, y unos primitivos campamentos en las plazas de las principales ciudades del país. Chicos, ha llegado la primavera.

Esto no es un análisis político-social del movimiento. Es como lo viví yo personalmente. No me voy a embarrancar en inacabables discursos ideológicos de porque el 15M era o no necesario ni de si fue en vano o marcó una generación. Lo único importante es que entendáis de donde veníamos la gente que fuimos parte de esto, que fue un gran despertar, que de un día para otro el mundo parecía haber cambiado y que estábamos en medio del huracán de un movimiento constructivo sin precedentes para nosotros. 

El viernes siguiente, el padre de un amigo nos recogió en la puerta del instituto y nos llevó a Girona, donde acamparíamos con otro amigo (el padre hizo solo las veces de chófer) y pasaríamos ahí un par de noches. Participamos poco, básicamente escuchamos y observamos, hicimos pancartas blasfemando contra Sinde (¿os acordáis de Sinde?) y poca cosa más. Venia gente constantemente a preguntar cosas, a participar, a montar bibliotecas improvisadas, estantes de información, a llevar comida, pizarras, frutas del bosque, ideas, diarios, café caliente por la mañana, etc. Aunque no hiciésemos mucho realmente teníamos bastante faena. El sábado por el mediodía hicimos una comida multitudinaria y yo y otro chico de la acampada vaciamos el Día más cercano de marcas de cerveza barata.


 - Hola, buenos días.
 - Hola, si perdone, ¿tiene más latas de cerveza que las que hay en el estante?
 - Si, en el almacén, ¿cuantas queréis?
 - ¿Cuantas tienes?
 - Unas doscientas
 - ¿Podéis conseguir mas para esta tarde?


Así, conduciendo carros de la compra con doscientas latas de cerveza, colgando pancartas y debatiendo hasta las 5 de la mañana pasamos el fin de semana. Obviamente nadie se conocía de absolutamente nada, pero vivir juntos en algo así aunque sea un tiempo corto crea muchos lazos. Mi hermana también vino y se quedó mucho más tiempo acampando en Girona, donde conoció, como muchos otros, a alguien con quien dormir en alguna romántica furgoneta cerca de la plaza. Ese sábado hicimos una manifestación, recorrimos media Girona con quien se nos quiso unir, gente de grupos de percusión, flashmobs de actores de teatro, música en vivo, y terminamos en otra gran plaza escuchando quien quisiera hablar y cantando a coro canciones de Lluis Llach entre aplausos de los vecinos. 


Plaça del Vi de Girona


El domingo estaba de vuelta en mi pueblo, vi un par de tweets hablando de una acampada en mi pueblo, escuché un par de rumores y sin terminar de creérmelo decidí ir yo mismo a comprobarlo; fuimos, como tantos domingos con los chicos de Ponteeuforico Futbol a jugar en algún patio de una escuela y al terminar, en vez de volver al Montclar como hacíamos siempre, me despedí del grupo y me fui rumbo el Passeig. Mis amigos me siguieron algo a desgana y cuando llegamos ahí, sin conocer a nadie, me separé otra vez de ellos y me senté con unos chicos que habían al lado de una tienda donde empezamos a hablar. Yo tenia 16 años, muchas dudas, y nunca había planeado nada parecido. Chico caucásico, tímido, sin logros importantes ni personalidad fuerte.

Como había estado en la otra acampada sugerí imitar lo que hicieron en Girona al empezar, y pronto me puse bastante al mando pese a ser de los mas jóvenes. Eramos al principio unas 14 personas con unas 3 o 4 tiendas en total. No eramos las típicas personas que te esperas en una acampada ilegal; leíamos cosas por Internet y mayormente nunca antes habíamos participado en ningún acto político; llevábamos sillas de nuestra casa y improvisábamos asambleas en medio del paseo, recogíamos la basura, montamos mesas, pancartas, estantes, toldos; fuimos a hablar con asociaciones, con gente en los bares, a buscar firmas, hicimos plataformas online, lo compaginábamos como podíamos con nuestra vida diaria, pues nos pasábamos ahí un montón de horas al día. Una chica se colaba en un despacho de las oficinas donde trabajaba para imprimir folletos. Era una sensación muy extraña. Dormir en tiendas en medio de la plaza del pueblo donde has vivido siempre, nos despertábamos y veíamos a la gente pasar haciendo sus cosas; nosotros vivíamos en otra dimensión. 


Primer día de la acampada.


Hacíamos sesiones de vídeos sobre el movimiento por la noche, actividades, íbamos a hablar en programas de radio entre semana, venia gente a hacer pequeñas conferencias, escribíamos ensayos. Organicé conciertos llamando a grupos de por ahí cerca que estuvieran dispuestos a ayudarnos (¿como coño organicé un concierto yo?), nos pusimos en contacto con gente de otras acampadas para establecer un consenso a la vez que seguíamos las principales también por la prensa; que tenia miga: disturbios en Barcelona, mas de 150 acampadas por todo el país, etc. 


Primera foto de Random Local Guys. Radio de Sant Feliu un martes a medianoche. 2011. Foto de Archivo.

Íbamos por el instituto entre clases a repartir panfletos a alumnos, a los profesores y a todo el que tuviera ganas de hacer algo. Así conocí o re-conocí gente de mi instituto col la que hablábamos de ello a todas horas por estupor de los otros alumnos y profesores que no entendían nada ¿pero porque estáis acampados? ¿de que partido sois? incluso convertimos una clase de filosofía en un debate sobre el modelo educacional a la que alguien asistió disfrazado de vaca y la profesora acabó viniendo a la asamblea, donde había ya en ese momento unas 15 tiendas acampadas. Hicimos una manifestación con más de 60 personas por el pueblo, donde por alguna razón terminé con el megáfono seguido por toda la multitud; acabé, también por alguna razón, leyendo yo los manifiestos, redirigiendo gente hacia la asamblea y hablando entre los conciertos al público. En cosa de dos semanas pasé de seguir noticias por Internet desde mi casa, nunca haber hecho nada cara el público a convertirme en lo más parecido que había sido nunca a un líder.

Alguien se fijó en mi.