"Me gusta la expresión "posibilidades perdidas". Nacer significa estar obligado a elegir una época, un lugar y una vida. Existir aquí, ahora, significa perder la posibilidad de ser otras innumerables personalidades potenciales."
Hayao Miyazaki (宮崎駿) es un director de cine de animación, ilustrador, dibujante de cómics y productor de anime, nacido en Tokio el 5 de enero de 1941. Cofundador de Studio Ghibli y director de populares filmes de animación como El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke, Mi vecino Totoro, El castillo ambulante y Ponyo en el acantilado.
Desde joven, Miyazaki creció con la idea de seguir con el negocio de su padre. Esa idea le proporcionaba una seguridad económica muy relevante en una época en la que Japón pasaba unos tiempos difíciles; en ese entonces Japón se intentaba recuperar de los estragos de la segunda guerra mundial en una postguerra que duraría varios años y sobre la que se ha producido cantidad de material describiendo sus duras condiciones.
Muchas de mis películas tienen protagonistas femeninas fuertes, valientes, niñas autosuficientes que no se lo piensan dos veces antes de luchar por lo que creen con todo su corazón. Necesitarán un amigo, o un partidario, pero nunca un salvador. Cualquier mujer es capaz de ser una heroína tanto como un hombre.
Crecido en una época de crisis económica, social y espiritual, Miyazaki, alentado por sus padres, veía en un empleo y estable la solución a todos los problemas. Entró en la carrera de ciencias políticas y economía en la universidad de Gakushuin, en la que se graduó en 1963. Por ese entonces, Miyazaki ya había mostrado interés por la manga y la animación, aunque era algo que seguía como hobbies, como una distracción. Incluso produjo alguna historieta infantil, que luego destruiría, imitando el estilo de alguno de sus ídolos, pero estudiar economía fue siempre su prioridad.
Un día, saliendo de las clases de la universidad, muy agobiado, se topó con Tipazo, quien iba a una de sus prácticas de física pero se había equivocado de facultad como le ocurre con frecuencia.
Por una de esas casualidades del destino, Tipazo al ayudarle a recoger sus apuntes vio un dibujo que se había escapado de su carpeta, perteneciendo a un boceto de una de las primeras películas de animación que produjo, Nausica. Miyazaki, quien pensaba deshacerse de él, le dijo que se lo podía quedar.
Ese mismo día, el boceto llegó a la sede central de Random Local Guys de ese entonces, quienes le pusieron en contacto con Isao Takahata y le propusieron entrar en el grupo para dar rienda suelta a su talento. Incluso hay documentos de la época que aseguran que Cristian fue a Tokio a intentar convencerlo, y que mantuvieron una épica conversación en la cafetería de la universidad que duró siete días y siete noches.
Más allá de la leyenda, lo que sabemos es que la semilla de la idea quedó implementada en su cerebro, y que una vez graduado, en vez de continuar en el negocio de su padre encontró trabajo como intercalador (encargado de dibujos entre movimientos) en Toei.
Miyazaki había decidido seguir su propio camino desde abajo del todo, fundando su propio estilo, naturalista, antibelicista, en consonancia con la naturaleza. En pocos años fue ascendiendo, participando en la producción de diferentes obras hasta que finalmente, él mismo contactó con Random Local Guys y cofundó Studio Ghibli con el mencionado Isao Takahata.
El resto es historia.
La mayor parte de la cultura moderna es superficial y falsa, pende de un hilo, y no es algo que se haya de tomar en broma. [...] Expreso mi interés hacia una época venidera apocalíptica en la que 'verdes hierbas silvestres' tomarán el relevo. [...] El período Showa fue triste porque la naturaleza, las montañas y los ríos, todo ello estaba siendo destruido en nombre del progreso económico. Sin embargo no aprendemos nada de lo acontecido en el pasado. [...] No obstante los adultos (piensen lo que puedan pensar y crean en lo que crean) no deberían imponer su visión del mundo en los niños.
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