Este mes ha tenido algunos protagonistas musicales
indiscutibles.
Por un lado, consolidándose como mi música de escribir,
siguiendo la tendencia de lo el mes pasado nombré progresivo oscuro, he
continuado con grupos como Summoning o Windir, girando hacia cosas como Before
the Dawn, Dimmu Borgir y demás grupos del que me voy encontrando por el camino. Tengo una atracción a esta música sin precedentes en mi historia musical. Es para mí un estilo prácticamente
desconocido, que no se ni clasificar ni como expresar exactamente. Tiempo atrás escuchar algo así me hubiese parecido poco menos que
una aventura, una expedición a los extremos afilados de una música contemporánea.
Yo, dado mucho más al rock y metal clásicos, me quedo en blanco
cuando me preguntan que escucho últimamente. Es algo que me preguntan con
frecuencia, como respuesta a exactamente la misma pregunta, pues me gusta saber en qué
momento esta cada uno de su vida y a veces, simplemente saber lo que escucha alguien da
mucha información que tardarías varios sueldos en cafeína descubrir por ti
mismo. En orden de ahorrar cafeína, voy reuniendo toda la música de este tipo, junto a otra algo especial que contaré mas adelante en una lista que uso para escribir que funciona a mas potencia en mi mente golpeando teclas negras que el mas denso y oscuro de los cafés. Aún es temprano para ver la influencia de la música en mi propia escritura, pero tengo bastante incertidumbre sobre lo que pueda pasar, al final y al cabo al modo aleatorio lo carga el diablo.
De versiones ha ido un poquito la cosa también, me encanta la
versión de La Mataré de Loquillo hecha por Olvido. El temazo de Scarboroug
Fair de Simon and Garfunkel por Dying Bride. En la categoría temazos porque si, Nuevo Amanecer de Joe Crepúsculo, Not in Love de Crystal Castles y Empire de boysetsfire.
Hace unos meses, a través de grupos como Smiths y Riverside,
que mencioné en [RM] Insomnio, descubrí un grupo llamado Anathema, que merece
por si solo una Recomendación Musical independiente. Parecidos a ellos he
escuchado a Katatonia, reconduciendo todo el rollo a un poco de rock ligero
para cuando el metal empieza a pesar demasiado, pues no todo iba a ser escribir bajo carga emocional constante y aplastadora, a veces hasta apago la música porque no puedo mas. Ya hablé en su día de los peligros de escuchar demasiada música, sobretodo demasiada de un mismo tipo. De la que he hablado al principio del todo, es un tipo de música para situaciones muy concretas, muy fuerte, que requiere mucha energía mental; pues no es vano la distorsión y las voces, suenan desamplificadas, como un mensaje demasiado potente que esta sonando por medios que se destruyen con el propio sonido; le corresponde a la mente llenar la información restante, hacer del abstracto resultado algo interpretable, aunque solo sea un pathos, o un sentimiento primario.
En la categoría rock ligero, de rock para descansar, The Gaslight Anthem y Blue
Olyster Club van de la mano. El primero es un gran fichaje, que ya conocía
ligeramente y me ha terminado de enganchar por culpa de cosas como National
Anthem y la versión de la que posiblemente es mi canción preferida de Bob
Dylan, Changing of the guards. Del segundo simplemente tiene la culpa una canción llamada Astronomy.
Si hasta ahora hablaba de rock ligero, ahora debo hablar de
rock categoría peso pluma con música de Eddie Vedder, Bizarre Love Triangle de
Casual (que no sabría decir si es una versión o la original de la que toca New Order) y voces increíbles como Joan Baez, Serrat, Neil Young y Jeff
Buckley.
En música y rock nacional, ha estado sujetando y mejorando
las sensaciones del progresivo oscuro, dándole una dimensión completamente
nueva. La excepción ha sido La Fuga, que ha tenido en mi mente personalidad
propia, en forma de Heroína, en forma de Buscando en la Basura, y como para no tenerla.
Triste,
Como el perro en la autopista;
Como una tortuga con prisa;
como una monja en un burdel.
Solo,
Como cuando tu te fuiste:
Como cuando no te rozan
Unos labios de mujer.
Hoy me he vuelto a ver...
Absurdo,
Como un domingo por la tarde;
Como las balas por el aire;
Como el puto despertador.
Inútil,
Como los besos que no diste;
Como un cuerpo que se viste
Cuando me desnudo yo.
Imposible no mencionar a Camarón y su Leyenda del tiempo. Él sí sabia lo que era el tiempo.
¿A alguien se le ha ocurrido nunca mezclar metal gótico ambiental,
los gritos incomprensibles de Windir, con las canciones o tracks de
conversaciones de Standstill?
Standstill es un grupo de por aquí cerca, que un día creyó
conveniente sacar un triple disco conceptual llamado Adelante Bonaparte sobre…
sobre… ¿la vida? Os explico.
La primera parte se llama Algunos recuerdos significativos
de B. Son canciones ligeras, evocando a la familia, a cuando eres un niño;
fuegos artificiales, la ternura, las cosquillas. El mundo, tu visión del mundo,
va creciendo a tu alrededor al mismo ritmo que tú lo haces. El tema de El
hombre araña es una grabación de una conversación de un niño con su padre,
quien está grabando la canción, sobre una base rítmica lenta, sencilla, y unos
coros sonando de menos a más. Es tan jodida, es tan perfecta, es tan oscura, es
lo más black metal que he escuchado en mi vida.
La segunda parte se llama B. pasa de querer comerse el mundo
a esconderse en una pequeña parcela. Ya mayor, decepcionado, jodido. El tema en
sí mismo recuerda fuertemente al tema de la canción de Secret Society, Parte de
Guerra. El disco arranca con un genial Adelante, Bonaparte (II) y sigue
evolucionando de una forma que ya se entiende solo por los títulos de algunas
canciones: Cobarde Perdedor y Moriréis todos jóvenes.
La tercera es El corazón de B. despierta. No me atrevo a juzgar
demasiado, pues no lo acabo de entender aun. ¿Se come el mundo? ¿Se resigna? ¿Continua
su camino? ¿Deja de querer comerse el mundo y empieza a disfrutar de la vida? Quizás
lo suyo es precisamente que no hay colofón, no hay conclusión final; el drama
prosigue eternamente, con razón la última canción se llama Sin Fin.
Yo lo único que sé es que este disco, junto
con ese algo de las canciones sencillas de Vetusta Morla han hecho en mi un
contrapunto perfecto estos días. Los ríos de Alice, Los Buenos... Quizás no las entendáis de la misma forma y a
vosotros os hagan bostezar, llorar, reflexionar o querer morir, pero seguro que
os hacen sentir algo. De eso de trataba la música. ¿No?
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