José Monge Cruz (San Fernando, 5 de diciembre de 1950 - Badalona, 2 de julio de 1992), conocido artísticamente como Camarón de la Isla, o simplemente Camarón, fue un cantaor renovador del cante. Está considerado uno de los más grandes del flamenco.
El apodo por el que es conocido le fue dado por un tío suyo, debido a su delgadez, pelo rubio y piel blanca, que en su opinión le hacían parecer un camarón. Por otro lado, la ciudad de San Fernando se halla ubicada en la Isla de León, por lo que es conocida como la Isla, topónimo que Camarón añadiría a la segunda parte de su apodo para formar su nombre artístico.
El orgullo y el querer, se pelean en mi mente, una guerra sin cuartel, donde no existe la muerte, sólo existe una mujer.
Camarón publicó un total de, según él mismo, dieciocho discos y La leyenda del tiempo. Dicho disco, se aleja de las convenciones tradicionales del flamenco (de ahí su separación del resto de su obra) y, aun con una escasa acogida inicial, revolucionó el género y reveló a Camarón como una figura de talla mundial.
La Leyenda, preparada a lo largo de todo un año, contó con la colaboración de un montón de músicos tales como Paco de Lucia, Tomatito, miembros de Alameda, etc. quienes decidieron experimentar y fusionar elementos del blues y del rock con el flamenco. Tal fusión fue duramente criticada por los puristas del género en un escenario que tiene paralelismos evidentes, más de diez años después con lo ocurrido con el folk norteamericano a manos a de Bob Dylan cuando publicó Like a Rolling Stone.
La pureza no se puede perder nunca cuando uno la lleve dentro de verdad.
Su relación con Random Local Guys fue corta pero fructífera, rondaban los setenta en España y Camarón era un niño prodigio del cante, pero con el tiempo vio demasiado estancado ese mundo y se sentía con fuerza para intentar algo nuevo. Camarón entonces encontró a los RLG de la época, quienes le mostraron un mundo nuevo: la psicodelia. El cantaor quedó especialmente impactado por Hendrix, quien en esos momentos orbitaba la Random Local House de Venta de Vargas, y que Camarón citaría años más tarde como influencia. Ese verano que pasó en la casa, transcurrió muy tranquilamente para camarón, a quien se le solía ver tomando cañas, partiéndose la camisa, cantando con unos amigos o escondido durante las tardes lluviosas detrás un pequeño poemario de Federico García Lorca.
Camarón nunca renegó de su obra, aunque se lamentó de que nadie hubiese entendido aquello tan grande que habían construido con tanto esfuerzo, que con el tiempo se reconoció como lo que era: una obra maestra. Sin embargo, a diferencia de Bob Dylan, el entorno no permitió consolidar esa tendencia como universal, pues el flamenco seguía siendo visto como una música estrictamente étnica y España vivía obsesionada con la pseudomodernidad europea y británica. Camarón dejó entonces decepcionado a la que muchos han denominado La casa del Sol naciente y dejó de formar parte de Random Local Guys, volviendo a sus orígenes.
Hace falta imaginar, experimentar cosas y cambiar algo. Hace falta arriesgarse. Yo ya sabía de antemano lo que iba a pasar, claro. Es que los puristas no experimentan nada de nada. Si se queda uno solo con los puristas nos quedaríamos siempre en el mismo sitio. Están metidos en un círculo del que no se salen, y yo creo que hay que salirse un poco, ¿no? Experimentar.
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