Durante algún tiempo he estado experimentando con distintos formatos de videoensayo para hacer lo que escribo más digestible para audiencias modernas atiborradas a contenido digital anfetamínico. Pero hacerlo sin convertir escribir en otra cosa ha demostrado ser imposible: no puedo usar algo pensado para ser leído contra fondo blanco en el guión de un vídeo de youtube. Tampoco quiero enfocar la mayoría de mis esfuerzos en leer cosas delante de una cámara y editar el contenido, ni tampoco en construir videoensayos repletos de clips e imágenes que lo acompañen; pues eso requeriría de un ordenador que no me deje colgado a medio camino y mucha energía que preferiría usar en escribir mas o escribir mejor.
La mejor solución que he podido o querido encontrar es la de usar una IA para narrar un escrito ya hecho y poner de fondo gameplay sin ninguna relación que me ha proporcionado un colega; con la esperanza de que tenga un efecto hipnótico sobre el insospechado lector y le de la sensación de que está mirando algo en lugar de leer subtitulos o escuchar de forma ininterrumpida lo que viene a ser simplemente un texto.
Después de todo, es así como a día de hoy yo consumo gran parte de la información.
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