[League of Legends] 2017 Worlds Palamós





No era la primera vez que participábamos en el campeonato. 

El año anterior Team Chillindude había sido uno de los equipos revelación del mundial, pero aún no habíamos dado del todo el nivel que semejante evento como era la Lan Party de Palamós (un pueblo de la costa brava) exigía a sus ganadores. Tras un par de días de alta competición, y después haber practicado un total de un par de partidas durante la semana previa, los fallos del equipo se hicieron evidentes: problemas de comunicación entre el jungla y la botlane (porque básicamente en el momento de empezar me quitaba los cascos para no escucharlos), problemas de actitud en la botlane (y razón de ser obvia del problema anterior), problemas con el peinado del midlaner, yo acababa de hacer un cambio de rol a la jungla, fallé un par de habilidades clave en momentos críticos y jugamos contra un equipo coordinado lleno de diamantes altos y medios. Ah, y nuestro support era un colega bronce del mid, pero como era support la diferencia a veces pasaba desapercibida. No hablaba mucho, y llevaba camisetas de grupos guay; así que como me caía bien, en realidad no me importaba.

Pero este año iba a ser diferente.

Más metido en el juego que nunca, con experiencia en mi posición y confianza de shotcaller, tras unos reajustes en la alineación, casi el doble de práctica que la vez anterior y algo de mejora individual, eramos el mejor equipo nunca juntado de nuestra región.

Tras pasar la dura fase de clasificación de veinte euros, empaqueté todo lo esencial en una maleta desde barcelona y tras media semana de bootcamp en casa de wwsn en girona (en la que por alguna razón que aún no comprendo todo lo que hice fue jugar twisted fate mid y hacer de coach a un twitch adc) me presenté en palamós junto al nuevo toplaner, un chico que habíamos conocido en la anterior edición, que se había mantenido en contacto con josh, e iba a sustituir al único buen jugador que tuvimos la ultima vez.

Bajo la bandera de una nueva squad, de la que ni siquiera recuerdo el nombre, éramos, en orden de posiciones:


Tilted: D4 Gangplank One Trick.

Nanaky: D2 Shotcaller y un poco de todo.

Josh: P5 Leblanc, Ahri y Main Fox.

Sneaky: D5 ADC Overwatch Player.

Floffy: D3 Ardent Censer Abuser.


Todos diamantes (Josh lo solía ser pero a veces deja de jugar), el equipo en realidad no estaba nada mal. Nuestra única preocupación era encontrarnos el equipo de diamantes medios y altos del último año, que juzgando por el premio en metálico que había para el primer equipo clasificado, era algo bastante probable.

Por esa misma razón no estaba tranquilo del todo y quería practicar cuanto antes y cuanto mas posible, pues creía que si estábamos en plena forma tendríamos alguna posibilidad de ganar el torneo aún si se presentaban. Juntar a la gente para jugar fue difícil los días anteriores, pero una vez asentados en la lan, sentados uno al lado del otro durante horas y sin nada mas que hacer, iba a ser distinto.

Llegamos, e instalamos todas las cosas, lo cual lleva un rato en sí mismo. Exploramos el lugar, nos pusimos las camisetas nuevas, todas las cosas de turista clásico. En ese entonces yo estaba haciendo algo así como de segundo entrenador de un equipo español amateur de poca monta y me puse en teamspeck con ellos a hablar algo de una scrim que habíamos hecho, y poco a poco dispersándonos y jugando un poco al smash con josh, iba pasando el tiempo.

Pronto se hizo evidente que no muchos equipos se presentarían al campeonato del League of Legends, lo cual nos sorprendió. El año pasado, sin tanta pasta en juego, faltaron plazas. De hecho, tuve que declinar la opción de ir con otro equipo de gente que conocía, así que esperaba más gente, bastante más. El equipo de diamantes no aparecía. El que si apareció fue un equipo que el año anterior llegaron a la final, y eran algo así como un poco garrulos y salvajes y gritaban mucho y se enfadaban pero en principio no mala gente. Con apuros, la organización atrasó el inicio de la competición un dia, tras mucha discusión sobre el formato y las normas exactas de la competición (que eran antes de nuestra intervención sorprendentemente cómicas de leer). Seguimos practicando cuando podíamos, durmiendo en el suelo unos, y a sus casas al pueblo de al lado y volviendo por la mañana otros. Según el segundo dia avanzó, lograron juntar cuatro equipos que se iban a enfrentar primero en una fase de grupos y luego en una final; y chicos del año pasado definitivamente no estaban entre ellos, lo cual nos ponía las cosas mas fáciles pero era también para mi una decepción (que los demás, oliendo el premio, no compartían).








Jugamos las primeras tres partidas de la fase de grupos y las ganamos con facilidad. Los equipos contra los que nos enfrentamos que juntó en el último momento la organización no eran gran cosa, tal y como habíamos esperado. Aún así, insistí en revisar o como mínimo comentar las partidas salido del pabellón bajo los árboles. Josh se fumaba un cigarro y a veces yo me unía a él. Siendo en realidad el único vínculo entre bastantes de los diferentes jugadores del equipo, que en realidad no teníamos entonces mucha relación entre sí, creo que no se daba mucha cuenta de la importancia que tenia, y quizás está bien así. En las partidas yo hacia de shotcaller porque tenia experiencia en ello pero siempre consultaba todo con todos, e intentaba hacer de coach funcional sin ponerme por encima de nadie mas. Mas o menos funcionaba, quizás era porque ganábamos. Hasta yo me permití el lujo de desvariar, cantar canciones de los beatles durante las scrims que hacíamos, preguntar si los pájaros tienen sentimientos en plena partida y hacer en tonto en general.

El segundo dia, jugamos las otras tres partidas de la fase de grupos, y la última, aunque ya estábamos clasificados para la final y no importó, la perdimos contra el grupo de chicos que gritaba mucho de las mesas de al lado. Al empezar la partida, nos recibieron con exclamaciones refiriéndose a nuestro rango, que era algo mas elevado que el suyo, sobretodo el mio; y al ganar esa partida inconsecuente lo celebraron como un mundial.

Visto con perspectiva, probablemente les podíamos ganar en la final simplemente jugando un poco mejor y aquello fue un golpe de suerte, o una acumulación de cosas que podían salir mal y salieron mal; pero yo no quería dejar nada al azar, siendo ligeramente controlador paranoico como soy, que es lo que probablemente hubiésemos hecho de yo no decir nada.

Me senté a mirar la partida y vi que muchos de nuestros problemas habían salido de una falta de presión en mid y un par de problemas que habian desencadenado en nuestra contra una serie de catastróficas desdichas. Josh, que en realidad por ese entonces tampoco jugaba tanto, estaba acostumbrado a jugar principalmente asesinos y apalizar jugadores muy peores que él sin mucha necesidad de cosas como wave management, o llevar teleport en ciertos matchups, o comprar los objetos correctos, o esas cosas que hacen los laners. Tampoco tenia la champ pool mas amplia del mundo, ni teníamos tiempo de ponernos a hacer maravillas, pero teníamos serios problemas cuando se enfrentaba a un jugador más sólido que él porque sin el snowball no podía tampoco contribuir de forma significativa en las teamfights. Durante las partidas yo me había mantenido también en segunda linea, jugando personajes en el meta, principalmente tanques, y dando soporte a un meta muy alrededor de la botlane con sejuani y maokai. Pero dar soporte a la botlane era complicado sin presencia en los ríos ni presión en mid, y nuestro toplaner estaba en misión de farmeo permanente con gankplank. Algo teníamos que hacer.

Josh estaba también molesto, creo que él había visto el problema también. Se puso durante horas a intentar practicar y subir en soloq una cuenta que en ese momento ya colgaba los reinos de oro bajo sin mejora en el horizonte. Es una de esas cosas con league, a veces todo va a peor, tu mentalidad va a peor, y tu juego cae en picado. Teníamos un problema y decidí intervenir.

Le convencí para parar de jugar e hicimos un par de partida al Melee para despejar la mente, y luego le comenté lo que yo había visto y una posible solución. La página de winrates de op.gg se iluminaba de fondo. A veces es difícil leer sus reacciones cuando dices alguna cosa, porque cuando esta pensando se queda muy quieto y cuando ya ha tomado una decisión o terminado de pensar no cambia la expresión. Quizás creía que le estaba insultando, pero en realidad solo quería introducirlo brevemente al concepto de espamear habilidades en linea, abusar del fizz enemigo, tirar torres sin mañana cuando no vuelve y destruir a todo el mundo en teamfights con un solo botón. Con todos ustedes: 2017 Worlds Patch Malzahar.

Paralelamente, empecé a jugar junglas mas agresivos o mas agresivo en general que combinasen bien con ello, ya que la presencia de cc sólido en mid y una powerspike diferente me daba razones para salirme del rol de jungla soporte que me había auto-impuesto. Por su parte, nuestro midlaner no se lo tomó mal para nada, y empezó en ese momento mismo a hacer spam de malzahar durante toda la noche y ganar casi una decena de partidas seguidas sin parar (y tras el torneo siguió, desde hardstuck todo el camino de vuelta hasta diamante), y la noche y la mañana pasaron entre café, tabaco, privación de sueño, dormir en el suelo y algo de alcohol.






Llegaron las finales, creo que era un mejor de cinco o algo parecido, y dejamos todos los asesinos del midlaner enemigo abiertos, baiteando algún pick agresivo mientras escondíamos el pick campeón definitivo. 

Evidentemente, mordió el anzuelo y aquella primera partida, quizás para disipar todas las posibles dudas que nos habían surgido después de la inesperada derrota del dia anterior, les destruimos sin piedad; todo el mundo jugando muy bien.

No terminaron de entender que estaba ocurriendo, y dejaron otra vez malzahar abierto sin banear, y otra vez ganamos, esta vez extendiéndonos un poco más con paciencia necesaria pero sin complicaciones, no luchando porque si y jugando a nuestras obvias condiciones de victoria.

La última partida lo banearon, ya medio quizás no tomándoselo en serio, pero el daño estaba hecho, y otra vez les abrimos en canal, en esta ocasión a través de una botlane ganadora y un roam sencillo pero bien coordinado. Creo que hubo alguna solo kill en las lineas, pero ni siquiera recuerdo los detalles con claridad. Así, sin más historia, ganamos nuestro mundial. Fueron en realidad partidas fáciles, nada en comparación a una partida común de soloq en diamante, de las que jugaba por entonces decenas cada semana. Pero por alguna razón, las manos me temblaban y el corazón me iba a mil. Se me despresurizaron los oídos y el cerebro al quitarme los cascos con contenida energía. Tenía ganas de celebrarlo, de dar la mano a todo el mundo y comentar las partidas a gritos a todo con quien me quisiese escuchar. Solo lamentaba que no hubiese demasiado gente con la que hacerlo. Ser muy bueno en algo (lo suficiente como para ser localmente reconocido en el mundillo o para estar en el top cero coma uno por ciento de los jugadores) pero no lo suficiente como para que a la gente normal no le importe se siente la mitad del tiempo como ganar en un estadio vacío.

Tras lo que fue la entrega de premios más anti-climática y poco emocionante de todos los tiempos, recogimos el premio, unos ochocientos euros a repartir, y también nuestras cosas para emprender la vuelta a casa. Nos despedimos hasta lo que pensábamos seria el torneo del año siguiente, pero al final, debido a la baja participación de esa edición, eso no ocurrió. Tras alcanzar la cima, el equipo se disolvió.






Después del mundial algunos siguieron jugando, de entre ellos yo, durante esa época en la que traté de convertirme en un jugador profesional (remember me). Josh mira ahora hacia un futuro en la música, pero de cuando en cuando hace amagos de volver. Floffy quiere seguir con ello, y ganarse la vida jugando algún dia. De los demás no se mucho en realidad. Nunca les he visto conectarse tanto como entonces, y poco a poco los veía menos y menos hasta que no los veía conectarse mas. Pero no es nada nuevo, es lo que ocurre con la mayoría de amistades online, el ciclo de la vida, bread and butter, el ying y el yang, el triangulo de las bermudas, las pirámides de egipto, fortnite y overwatch y la vida real, ya me entiendes.

Más adelante, tras algunas aventuras en solitario, yo lo dejaría también, y volvería otra vez a estas tierras agrietadas a las que llaman sant feliu. Dejé de jugar de golpe, y no lo echaba de menos excepto por el hecho de que la vida offline es muy lenta y aburrida cuando te acostumbras a vivir con tres pantallas bombeando luz e información sin parar a tus venas, pero no echaba de menos el juego en sí. Jugar no era una adicción, sino algo a lo que yo ponía esfuerzo para conseguir algo, una obsesión. Solo me lo pasaba realmente bien al principio y en otras raras ocasiones. Si nunca volviese a jugar, si nunca volviese a jugar a nada, solo seria de la forma en la que lo viví durante esas Lan Party; como ya expliqué en algún otro artículo increíblemente largo e increíblemente enterrado, son la única vez en la que realmente me he sentido bien, jugando de verdad. Compitiendo, codo con codo, con personas que conozco. Ganando juntos, perdiendo juntos, aprendiendo, adaptándonos, y finalmente superando una adversidad; un enemigo que tienes literalmente en frente de ti.

Quizás es que soy de la vieja escuela y hablan mis días como jugador de ajedrez o de baloncesto, pero así todo se siente mucho mas real. Es decir, sigues en frente una pantalla, pero la diferencia no esta ahí; tampoco en tener un ratón y un teclado y controlar un personaje virtual en lugar de tocar con tus manos el objeto real.

Jugar con amigos y compañeros, no al lado de extraños en internet (aunque puede ser a través de internet), sino con quien llevas días, semanas, meses entrenando; personas que te conocen, a quién conoces y que te importan, diseñando estrategias, mejorando juntos, peleando... es sin duda alguna la forma en la que league of legends está destinado a ser jugado. Soloq está bien, a veces, para tener una idea de tu nivel, para mejorar, practicar... Pero cuando la competición importa, cuando te sientes invertido una partida, cuando estás en tensión y tus sentidos completamente atrapados en algo, ese es el momento para el que vives. Quien haya competido, no solo en league o esports, sino en lo que sea, y lo haya sentido en sus huesos entenderá lo que estoy diciendo.

Al fin y al cabo, la idea que me seducía de todo el rollo de ser profesional quizás no era tanto el hecho de jugar a juegos (o a este en particular) sino el de una gaming house y una comunidad alrededor de ella; parecida a lo que teníamos antaño en el montclar pero muy lejos ahora de todo cuanto no sea imaginación.

Estoy un poco de vuelta, a los juegos y demás, tratando de reunir gente competente del mundillo (tanto del league como de dónde sea, aunque por alguna razón este pueblo parece ahora lleno de diamantes, si vives cerca de Sant Feliu ya sabes) jugando al ajedrez, haciendo una edición de magic the gathering con wwsn, humillando a dioses egipcios en partidas esporádicas al age of mythology. También un poco de vuelta al league, no a los controles pero si su alrededor; leyendo artículos acerca de los mundiales, mirando vídeos de dopa para dormir, escribiendo un año después por alguna razón la crónica de nuestro mundial del dos-mil diecisiete, en lo que quizás no sea final, sino el preludio de nuestras propias batallas, sean las que sean, y estén donde estén.





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